Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha exigido este viernes respeto para el libre ejercicio del periodismo en Cataluña al considerar que la “creciente escalada de tensión” entre la Generalitat y el Gobierno central por el 1-O ha “tensado la cuerda hasta extremos indeseables” en el desarrollo de la profesión.

La organización ha hecho público un exhaustivo informe en el que señalan, con nombres y casos concretos, cómo periodistas locales y corresponsales extranjeros han denunciado campañas de ciber acoso en redes sociales y “presiones propagandísticas” de la Generalitat, afirmando que, actualmente, hay “un clima envenenado para el libre ejercicio del periodismo” en Cataluña.

Un informe ampliado

A raíz de estas denuncias sobre “linchamientos” “aparentemente instigados y/o secundados en entornos de poder en Cataluña” y sobre presiones “reiteradas” por parte de determinados responsables de Comunicación del Gobierno catalán, la ONG recabó la opinión de los denunciantes y el pasado verano elaboró un informe al respecto.

Sin embargo, detalla la organización, los acontecimientos que han sucedido en Cataluña durante la segunda quincena de septiembre “no podían ser pasados por alto” y han sido añadidos al citado documento.

Intimidación del Estado

Además, Reporteros Sin Fronteras condena “con rotundidad” la utilización de procedimientos judiciales para “amedrentar” a medios catalanes de línea independentista como consecuencia de la sentencia del Tribunal Constitucional que prohíbe la celebración del referéndum y la difusión de publicidad sobre el mismo.

La RSF considera que, si bien la entrega de notificaciones para no difundir publicidad o propaganda del 1-O, esta actuación “no deja de tener un cierto tufo intimidatorio, por la simultaneidad con la que se llevó a cabo en todos los medios y por la posibilidad de que de estas “visitas” se desprendan sanciones previstas en la Ley Mordaza”.

La ONG defiende que estos comportamientos han provocado que el clima para el libre ejercicio del periodismo se ha visto “tremendamente viciado por la extrema polarización” que viven la política y la sociedad catalanas.

“Las ansias del Gobierno de la región por imponer su relato a la prensa local, española e internacional han traspasado líneas rojas y las maniobras intimidatorias del Gobierno central español no ayudan”, considera la responsable del área de la UE y Balcanes de RSF, Pauline Adès-Mevel.

Casos concretos

El informe recoge casos concretos de periodistas extranjeros y españoles desde hace casi un año, como el del  corresponsal senior en Bruselas de Politico.eu, Ryan Heath, que compartió en Twitter un artículo de su medio sobre los “momentos Trump” previstos para 2017, entre los que se encontraba en conflicto catalán.

El linchamiento de los “trolls” independentistas fue fulminante. También fue “llamado al orden” por diputados independentistas, así como por el entonces jefe de prensa de Artur Mas y actual Responsable de Comunicación Exterior de la Generalitat, encargado de la prensa extranjera, Joan María Piqué.

En España, y más recientemente, también recuerdan el caso de Jordi Évole y El Periódico de Cataluña, recabando la ONG que estas intimidaciones, como afirmaba el propio periodista de Salvados, “acaban teniendo impacto, surtiendo cierto efecto y, por tanto, cumpliendo el objetivo inicial de acallar una voz disidente, mediante una fórmula que nunca falla: la autocensura.

Pero, por desgracia, el acoso se ha trasladado a la calle, donde estos últimos días RSF también ha recopilado casos de acoso a periodistas allí trasladados, “especialmente a los reporteros de cadenas españolas de televisión, durante sus conexiones en directo”, gritándoles “prensa española, manipuladora”.

Es el caso de Hilario Pino, periodista de Más Vale Tarde, y que la semana pasada durante una conexión desde Barcelona un independentista le arrancó el micrófono de las manos. Caso parecido ha denunciado el Consejo de Informativos de TVE denunció recientemente el percance con una de sus reporteras y el posterior linchamiento en las redes sociales.