Fue uno de los rostros principales de Intereconomía cuando la televisión de Julio Ariza aún emitía en abierto en la TDT. Pero del éxito cosechado con su programa de historia ‘España en la Memoria’, Alfonso Arteseros pasó a estar en la ruina. Así lo explicó el propio documentalista en 2013: “Julio Ariza (presidente del Grupo Intereconomía) me ha arruinado la vida. Lo que me ha hecho es imperdonable”.

 

 

Y es que Arteseros pasó de producir y presentar uno de los espacios más emblemáticos del canal ultraconservador, (que incluso llegó a convertirse en suplemento de’ La Gaceta’ durante sesenta domingos), a quedarse sin programa de la noche a la mañana. Y lo que es peor, sin cobrar los más de 100.000 euros que el grupo de comunicación le debía por los múltiples trabajos realizados durante más de un lustro.

Empezó entonces una larga batalla judicial, que aún se alarga en el tiempo, y una agonía profesional que Arteseros no ha ocultado en las redes sociales. “Estoy pagando la factura de todos los programas, documentales, y contenidos qué realicé políticamente incorrectos, según los golfos qué viven de esta burla de sistema”, ha afirmado recientemente el prestigioso documentalista, lamentando así que le “castiguen” sin dejarle trabajar.

Algo de lo que culpa a “está derecha cutre y cobarde que tenemos en España”. Una derecha a la que califica sin reparos de “manipuladora, mentirosa y corrupta”.

Pero lejos de tirar la toalla, Arteseros -poseedor de una archivo con más de 7.000 entrevista de gran valor y de innumerables documentos audiovisuales de la historia de España del siglo XX-, ha decidido reinventarse. Así lo ha ha anunciado el propio documentalista en las redes sociales y ha confirmado esta semana a ELPLURAL.COM.

Arteseros se reinventa
“Muy pronto me convertiré en un ‘youtuber’”, explica Arteseros. El documentalista tiene intención de dirigirse principalmente a los jóvenes en este canal de internet, “no sólo desvelándoles páginas del libro de nuestra historia reciente debidamente documentadas, sino también desmenuzando los entresijos del sistema político”, al que califica de “corrupto”. Lo hará, según promete, sin rastro de “censura”.

 

 

 

Además, el ex de Intereconomía sigue inmerso en la promoción de su tienda. Un canal de venta en el que el propio documentalista conversa con los potenciales clientes y les asesora en el material histórico que pueden adquirir.