Fernando Sánchez Dragó vuelve a colocar el sexo en el centro de su vida social con la noticia de que va a comercializar unas pastillas, Homo Erectus, con el secreto de su “alta actividad sexual”. Un viagra personal en forma de pastillas “blancas con una composición más natural”. Las venderá en botes de 37 euros la unidad con las que el usuario tendrá una ración que le alcanzará para todo el mes, a razón de dos pastillas diarias a la hora de la comida. “Su elixir” sale a la venta desde este martes.

El escritor, en declaraciones a El Español, confiesa que él mismo ha puesto a prueba estas pastillas: "Tomo el elixir desde hace décadas. Llegué al extremo de ingerir 70 pastillas al día. Para viajar necesitaba el baúl de la Piquer, imagínate, porque si me iba de vacaciones un mes, necesitaba transportar 2.000 pastillas. Temía que en algún aeropuerto me pararan y me preguntaran por ellas, porque creerían que soy un narcotraficante de altura. Y ponte tú a explicar lo que son las pastillas de cada color, antes de explicarlo me hubiera tirado tres meses en la sombra”.

No es la primera vez que Dragó comercializa este elixir mágico. Antes lo vendía en un pack de ocho botes y los promocionaba como una panacea para la salud mental, cardiovascular y para el metabolismo, aunque faltaba la faceta sexual que tanto le caracteriza a él. "Soy muy conocido por mis búsquedas, y mis inquietudes en este terreno del mens sana in corpore sano y hace pocos meses charlando con un amigo griego, me habló de un afrodisíaco natural, que se basa en una planta que crece silvestre en todo el mediterráneo y esa es la clave de este nuevo elixir para el sexo", explica el escritor. Hablamos de la planta Fenugreco, que según varios estudios, puede duplicar los niveles de testosterona y, por tanto, incrementar el deseo sexual y facilitar las erecciones masculinas.

"El grupo de personas que se ha sometido a control ha tenido grandes avances: los que tenían una erección por semana han pasado a tener entre dos y tres; y quienes mantenían uno o dos coitos al mes, ahora tienen cuatro", presume Dragó, que lo ha estado probando desde hace dos meses, a pesar de que alardea de que no le hace falta. "Si hay que tomar sustancias prohibidas, yo las tomo, soy una cobaya humana", insiste.