Alberto Martínez Arias, antiguo jefe de prensa de Federico Trillo y actual director de informativos de Radio Nacional de España (RNE), relegó la información sobre el dictamen del Consejo de Estado sobre el accidente del Yak 42, que acusa al Ministerio de Defensa de responsabilidad por el terrible accidente que costó la vida a 62 militares. Según este máximo órgano consultivo del Gobierno, Defensa, entonces comandada por Trillo, podría haber impedido la tragedia si hubiera adoptado medidas para corregir el riesgo que se corría, del que eran conscientes.

La sección sindical de UGT en la corporación de RTVE critica que en RNE se pasase “de puntillas” por esta noticia, empujándola a la segunda parte del informativo de las 14:00 horas.

“Es difícil pensar que esto sea una simple disparidad de criterio periodístico”, cuestiona el sindicato. En su opinión, tiene que ver con la relación de Martínez Arias con Trillo, del que recuerdan que, como jefe de prensa de Defensa en aquellos tiempos, fue el “responsable directo de la pésima gestión informativa en la tragedia del Yak-42”.

No es la primera vez que silencia noticias relacionadas con Trillo. Citan por ejemplo, el caso de los mensajes entre Javier López Madrid, el yerno de Villar Mir, y los Reyes de España, silenciados en RNE mientras se recogían en TVE y en el portal web de RTVE.  “Casualmente”, subrayan, Trillo es íntimo de López Madrid.

Alberto Martínez Arias no sólo es un manipulador nato del silencio, sino también un acosador que persigue a quienes no comulgan con sus ideas, y que mantiene una particular guerra con un Consejo de Informativos que, por su naturaleza democrática, no entiende”, reprocha UGT. Creen que está “minando los cimientos” de la radio pública “con escándalos como el que causó con motivo de la muerte de Pedro Zerolo o las acusaciones de antisemitismo que tuvieron que padecer los que sí son profesionales de nuestra Radio Pública”.

“¿Hasta cuándo vamos a tener que soportar a unos directivos que sólo velan por los intereses del Partido Popular y de sus amigos? ¿Cuándo piensa empezar a actuar la Comisión de Control Parlamentario? ¿Le preocupa a nuestros parlamentarios como responsables de tutelar el buen hacer público de RTVE esta deriva al descredito y al mangoneo de la información?”, concluye el escrito.