Ayer, la plaza de Oriente de Madrid y otros lugares señalados de toda España veían como los nostálgicos del franquismo se reunían para recordar al dictador Francisco Franco. Un día después, el periodista de la caverna Salvador Sostres se ha atrevido con una columna que, como poco, niega la propia historia y la reescribe a su antojo.

En 56 líneas, publicadas este lunes en el periódico ABC, Sostre compara a Adolf Hitler con Francisco Franco para hacer bueno al dictador español y destacar las atrocidades realizadas por el alemán. Y es aquí donde empieza la reescritura del pasado.

Para Sostres la actitud más absurda que se da entre los antifranquistas es la de equiparar “al Caudillo con Hitler”. ¿Que por qué? Muy sencillo. Para el periodista lo que hizo Hitler fue “crear un problema al mundo y Franco resolvió el problema de España” aunque no entra en indicar qué es lo que el dictador solucionó.

Parece que para los que apoyan a la figura del dictador la maldad de las personas y sus actos se mide en relación al número de muertos. Aplicando esta regla, Sostres asegura que mientras “Hitler asesinó a 10 millones de personas y planeó el exterminio del pueblo judío”, Franco fue mejor porque fusiló a menos. “Nada que ver con las 2.300 personas a las que Franco mandó fusilar”, escribe.

Franco murió en su cama

Pero para el periodista hay una prueba más que demostraría que no se puede comparar a Hitler con Franco: uno se suicidó y el otro murió en su cama.

“Si Hitler se suicidó y no legó nada más que destrucción, vergüenza y dolor a Alemania; Franco salvó la vida de miles de judíos, murió en la cama y nos dejó en herencia a un Rey extraordinario, un país perfectamente incorporado a la Civilización, con unas magníficas relaciones internacionales y las condiciones atadas y bien atadas para el advenimiento de la democracia, que fue su gran obra póstuma”. Así ve las cosas Sostres.

Es más, no duda en asegurar que “significó lo mismo”, para el mundo en general y para España en particular, “que Hitler perdiera la guerra” y que “Franco la ganara”.

Para acabar, pone un broche definiendo a Felipe Gonzales y Santiago Carrillo como marxistas. En sus palabras: “una ideología que ha sido la mayor conspiración contra la libertad que jamás la humanidad haya conocido”.