Wallapuff, la web de humor que recoge las ofertas más estrafalarias de la app de compraventa, ha superado la barrera de los 115.000 seguidores en Facebook. La cifra, de sopetón, es apabullante, pero sorprende más cuando se pone en perspectiva: la versión original, Wallapop, apenas llega a los 112.00 “Me gusta” en la famosa red social. Por increíble que parezca, la parodia, colaboradora de ELPLURAL.COM desde junio, ha superado al maestro.

Hablamos con Emilio Narváez, quien junto a Manu Pradas y Miriam Romero fundó Wallapuff hace algo más de un año cuando se dieron cuenta del filón “gracioso” que había en los miles de “cosas muy raras” que se vendían en Wallapop. Primero empezaron a recopilar las capturas que los usuarios compartían en Internet, pero de repente las imágenes con “ofertas muy locas” les empezaron a llegar a ellos hasta el punto de que, en la actualidad, les cuesta gestionar semejante volumen. “No damos abasto”, reconocen.

En este tiempo, se han encontrado todo tipo de cosas raras y muchas ventas cómicas que sólo buscan el humor. También muchos problemas con usuarios de Wallapop que les piden retirar alguna captura, incluso de “chats donde alguien intentaba ligar con una vendedora a espaldas de su esposa”. Aunque recuerdan especialmente la captura de la venta del vestido de novia de una boda gitana. “Nos escribió el hermano de la novia, diciendo que nos iba a denunciar y que el clan nos iba a buscar por deshonrar a la novia”, cuenta Narváez. “Estuvimos a punto de llamar a los Mossos cuando nos dijo que no sabía quiénes éramos ni dónde vivíamos, pero al final le contestamos ‘Tranquilo, Liam Neeson’ y borramos la imagen”.

[[{"fid":"54106","view_mode":"medio_ancho","fields":{},"type":"media","attributes":{"alt":"Imagen de Wallapuff censurada por Facebook.","title":"Imagen de Wallapuff censurada por Facebook.","style":"float: left;","class":"img-responsive media-element file-medio-ancho"}}]]De hecho, sus mayores problemas han venido con una gran empresa de Internet, y no es Wallapop. Con la versión original no tienen relación, aunque algunos trabajadores de la app les siguen en Twitter y se lo toman con humor. De hecho, Wallapuff realiza “una especie de servicio público” que les beneficia, al servir para denunciar “a la Policía las ventas de móviles robados y otros asuntos turbios”, explica Narváez, “aunque de momento, a final de mes, no me llega ninguna nómina de Wallapop”.

Sin embargo, como decimos, sus mayores problemas son con Facebook, donde han superado en seguidores a Wallapop. “Hay mucha gente que denuncia nuestras publicaciones amparándose en las normas de Facebook. Hace poco, Manu Pradas tuvo el perfil cerrado y la página de Wallapuff no era accesible por culpa de unos calzoncillos con forma de elefante”, señala Narváez, a quien molesta que se censuren estas imágenes mientras la red social permite la publicación de “perros maltratados y otros tipos de violencia”. De hecho, han tomado la decisión de pixelar en Facebook algunas de sus imágenes para evitar el cierra de su página.