El independentismo hace el segundo intento de investidura con Jordi Sànchez como candidato después del primero fallido del pasado 12 de marzo. Aunque en público se mantiene que el candidato de verdad es Carles Puigdemont, JxCat propone a Sànchez e incluso Elsa Artadi dice en público que tiene un acuerdo con las otras dos fuerzas soberanistas para hacerlo, lo cual es desmentida minutos después por la CUP, pues los anticapitalistas sólo prevén un voto afirmativo si se trata de la investidura de Puigdemont y la desobediencia a las leyes españolas. Torrent prevé convocar el pleno para la próxima semana.

Aun así, a Sànchez no le salen los números. ERC y JxCat tienen 66 escaños, pero sólo serán computables 64, puesto que ni Puigdemont ni Antoni Comín podrán votar, por más que en el último pleno sí que lo hiciera Puigdemont, pues entonces se encontraba encarcelado en Alemania, una de las condiciones para delegado el voto. La oposición, por su parte, tiene 65 escaños, por lo cual, por más que se hiciera el debate de investidura, si la CUP no vota a favor no es posible la elección de Sànchez.

Esta es la estrategia del independentismo hasta el 15 de abril. El próximo domingo han convocado una gran manifestación en Barcelona para defender "la democracia". Ha sido el propio Torrent quien ha convocado a varias asociaciones, con los sindicatos al frente, para no dejar que esta vez sean la ANC y Òmnium los responsables de la convocatoria. Sería una de las últimas concentraciones masivas antes de elegir a un presidente de la Generalitat efectivo, que será el nombre propuesto después del fracaso de la investidura de Sànchez "por culpa del Estado".

Puigdemont en libertad

A pesar de la salida de la prisión en Alemania de Puigdemont, el camino trazado por los soberanistas no cambiará. Seguirán denunciando la carencia de libertades en España y, a la vez, demandarán diálogo. Esto es lo que ha hecho Puigdemont sólo salir de la prisión de Neumünster antes de viajar a Berlín y es el lema de todos los discursos.

No obstante, se preparan para hacer una investidura efectiva por las proximidades de Sant Jordi, una fecha emblemática en Cataluña. El candidato, sin embargo, todavía no está decidido. Hay varios nombres encima de la mesa. ERC ya ha dicho que no pone objeciones y por la CUP seguirá siendo una abstención. Fuentes del PDeCAT aseguran que podría ser un alcalde-diputado. Eso sí, habrá que conseguir los 66 votos en segunda votación, lo cual hoy por hoy no es posible, si no es que finalmente Comín y Puigdemont renuncien al acta de diputados.

Además, está el frente judicial. La decisión del tribunal alemán de no aceptar la rebelión ha sido un golpe para el juez Pablo Llarena. Varias fuentes estiman que podría pedir una casación al Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TSJUE), una medida muy excepcional. Además, si Llarena recurre a Europa internacionalizará del todo la investigación judicial. Si se mantiene la situación actual, Puigdemont sólo podría ser juzgado en España por malversación, mientras que sus compañeros encarcelados en España lo serían también por rebelión. La decisión judicial alemana podría precipitar que la justicia belga y la británica también hicieran caer la rebelión de la euroorden, un concepto que muchos juristas ya alertaron que era forzado, pues en ningún momento la violencia fue armada.