El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, llegó ayer a Ribadumia, en Galicia para empezar a disfrutar de sus vacaciones de verano, aunque, como es habitual, ha concertado una cita con los periodistas a mitad de camino de su caminata matutina, donde les ha informado de sus planes: “Llegué ayer y a ver si puedo estar de vacaciones hasta el día 20, aunque tengo el despacho de verano con el Rey el 7 de agosto”.

Sobre la posibilidad de que el conflicto catalán le estropee las vacaciones, Rajoy ha confiado en que impere “el sentido común” y ha avisado de que estará “pendiente de los acontecimientos”. De hecho, ha señalado como “una buena noticia” la suspensión por el Tribunal Constitucional de la ley catalana para la desconexión exprés, que Rajoy ha calificado de “disparate”. “España es una democracia avanzada y somos un país de personas civilizadas”, ha subrayado el presidente.

Preguntado acerca del boicot de la CUP a la Guardia Civil, Rajoy ha calificado al partido como “grupo de extremistas radicales” sin el que “todas estas cosas que están sucediendo no podrían suceder porque no habría los votos suficientes”. “Cuando uno se acuesta con gente así, acaba teniendo problemas”, ha añadido.

Rajoy también ha hablado sobre la situación en Venezuela “donde hay 200.000 gallegos que han vivido allí” y ha señalado que “España no ve a reconocer la constituyente esa, por ilegal y chapucera” y ha anunciado que el Gobierno suspenderá la entrada en el país y “los visados para gente vinculada con el régimen” de Nicolás Maduro.

Sobre el dato del paro, lo ha calificado como “otro excelente dato que se suma a los de este año”. Ha insistido en su “objetivo de que haya 20 millones de españoles trabajando” y ha dicho que “aumenta mucho el contrato indefinido, crece la gente que encuentra y antes no tenía trabajo y el dato de la gente joven que encuentra trabajo cuadriplica al de la gente normal”.