El president del Parlament, Roger Torrrent (ERC), ha convocado a los medios de comunicación a primera hora de la mañana de este martes. Una comparecencia sorpresa en la cual ha anunciado que aplaza el pleno de investidura -no lo suspende- a expensas de que se pronuncie el Tribunal Constitucional. La Constitución Española no establece un plazo para la celebración de la primera sesión de investidura, que sería la que pondría el reloj en marcha. Según el artículo 99 de la Carta Magna, si trascurridos dos meses desde la primera votación de la primera investidura no se ha formado gobierno, se proclamarán nuevas elecciones. Ante la prórroga de Torrent, al Partido Popular se le ha ocurrido la brillante de idea de pedir a Inés Arrimadas que se presente como candidata para que los plazos vuelvan a correr y el partido se dispute con el crono en contra. Sin embargo, los de Mariano Rajoy no han caído en que están pidiendo a Ciudadanos exactamente lo mismo por lo que a Pedro Sánchez le calificaron de “sectario, interesado y corrupto”.

Antecedentes de hecho

20 de diciembre del año 2015. Noche electoral. El Partido Popular gana las elecciones, pero la aritmética parlamentaria no le da para articular una mayoría parlamentaria y conformar un Gobierno con el apoyo de sus principales socios, Ciudadanos. El rey Felipe VI cita a los líderes de los diferentes partidos y encarga a Mariano Rajoy la ardua tarea de pactar con otras formaciones y formar un Ejecutivo. Sin embargo, durante el encuentro entre el jefe del Estado y el presidente en funciones, celebrado el 22 de enero, Rajoy pasó a la historia como el primer ganador de unas elecciones que rechaza el encargo del Rey de formar Gobierno, escudándose en que “en este momento no estoy en condiciones. No solo no tengo una mayoría de votos a favor, sino que tengo una mayoría absoluta, acreditada, de votos en contra".

Tras una segunda ronda de contactos, el rey encarga al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, la tarea que Rajoy rehusó. Y aceptó. Sánchez pactó con Ciudadanos, pero la aritmética parlamentaria es caprichosa, y tampoco le daba. Durante el debate de investidura, Sánchez destacó que aceptó el encargo de Felipe VI para “poner en marcha el reloj de la democracia”: “A partir de mañana todo volverá a funcionar con la normalidad democrática. Si el PSOE hubiera seguido la irresponsable conducta del PP, hoy estaríamos debatiendo qué hacer para poner en marcha el reloj de la democracia”.

Rajoy, quien incluso tiro de chascarrillos durante su intervención (“votaremos que no. ¿No lo sabía? He hecho bien en recordárselo entonces”), criticó que el líder socialista se presentara como candidato porque “nos ha hecho perder a todos el tiempo”. Tildó de “fraude, engaño y farsa” la investidura porque no consiguió los apoyos suficientes y argumentó que al presentarse sin los votos necesarios y con el objetivo de poner en marcha el reloj de la democracia “ha puesto las instituciones al servicio de su supervivencia y eso también es corrupción”.

El 'dichoso' reloj de la democracia

El programa Al Rojo Vivo ha adelantado que fuentes del PP solicitaban a Ciudadanos que, a fin de poner en marcha el crono, Arrimadas se presentara como candidata a pesar de que no tiene una mayoría parlamentaria ni tan siquiera simple. La pregunta es, ¿por qué el PP, una vez más, pide a otros partidos algo que en su momento criticaron? Calificaron de "corrupto" (sí, precisamente el PP) a Sánchez por presentarse a una investidura sin apoyos y poner en marcha el reloj de la democracia, ¿qué diferencia habría con respecto a lo que proponen a Arrimadas?

Pero esta no es la única vez que, tras el 21D, el Partido Popular es incoherente. Rajoy rechazó el encargo del rey porque no le salían los números, a Arrimadas tampoco le salen las cuentas, sin embargo, el PP insiste, persiste y no desiste. Pero Fernando de Páramo ha sido tajante: "No presentaremos a Arrimadas como candidata porque no sumamos"