El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, a su llegada a la comparecencia hoy en el Palacio de la Moncloa para hacer una declaración tras la celebración del 9N en Cataluña. EFE El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, a su llegada a la comparecencia hoy en el Palacio de la Moncloa para hacer una declaración tras la celebración del 9N en Cataluña. EFE



Mariano Rajoy ha dado un portazo a la solicitud del presidente de la Generalitat, Artur Mas, de dialogar porque, según ha dicho no quiere hablar, “quiere imponerme la celebración de un referéndum de verdad y eso no puede ser”. En una rueda de prensa desde el palacio de La Moncloa para valorar el 9-N, al presidente del Gobierno, a quien tan poco gustan las preguntas de los periodistas, se le ha oído decir por fin: “Quedo a su disposición para cualquier pregunta que tengan a bien hacerme sobre este asunto”.

Simulacro electoral
Rajoy ha calificado la consulta del pasado domingo de “simulacro electoral” y le ha restado valor porque, según ha remarcado, se ha celebrado “sin censo", "sin interventores" y "controlado por los mismos que querían ganarlo”. No ha sido, en su opinión, una “actuación democrática”, sino “un acto de propaganda política”, e “ilegal” porque se “ha contravenido una resolución del Tribunal Constitucional”.

Un fracaso del proceso independentista
El presidente del Gobierno, que ha restado “credibilidad” a los datos de la Generalitat, ha valorado, sin embargo, que “hemos asistido a un profundo fracaso del proceso independentista, con todo el respeto a las personas que participaron de buena fe”. “Según sus propias cuentas, la gran mayoría de los catalanes ha renunciado a su empeño, dos de cada tres ciudadanos no le han hecho caso, dos tercios no han votado”, ha subrayado Rajoy, en referencia al desafío de Mas.

Defiende que su actuación ha sido "sensata y proporcional"
“Me opondré a cualquier reforma constitucional que liquide la soberanía nacional, y mi partido también”, ha advertido Mariano Rajoy, que, no obstante ha dicho que si Mas quiere proponer una reforma de la Constitución que permita un referéndum debe presentarlo ante las Cortes.

Mensaje a los críticos 
Preguntado sobre por qué ha esperado tres días para comparecer públicamente tras el 9-N, Rajoy se ha limitado a responder que ha cumplido con su “obligación”, recurriendo dos veces ante el Constitucional, y ha defendido sus últimas decisiones sobre esta crisis. "He actuado con proporcionalidad. Creo que he sido sensato a la hora de tomar decisiones. Creo que he hecho lo que tenía que hacer y que he cumplido mi obligación", ha insistido.

El presidente ha enviado aquí un mensaje solapado a quienes han criticado su inmovilismo también desde los medios de la derecha más afines e, incluso, desde su propio partido, que le han reprochado que no impidiese la consulta. “Otras personas prefieren que hubiera actuado de otra manera, aunque nadie se atreve a decir de qué manera. Eso hubiera creado más tensión”, ha dicho.

Sobre cambios en el Gobierno o el partido, como le reclaman incluso voces de la derecha mediática para iniciar un proceso de renovación, Mariano Rajoy ha respondido con un "no" tajante.