El 21D se acerca inexorable. El calendario avanza y la maquinaria electoral echa a rodar. Este martes 7 de noviembre se cumple la primera de las fechas clave, uno de los plazos que más dudas desvelará. Los partidos tienen hasta este martes para registrar todas las coaliciones que pretendan concurrir a los comicios autonómicos. Deberán inscribir ya su denominación y las personas titulares de sus órganos de dirección y de coordinación. Desde que Mariano Rajoy disolviera el Parlament y convocara elecciones, varias dudas planean sobre toda Catalunya: ¿Se reeditará la confluencia Junts pel Sí? ¿Concurrirán los partidos independentistas en una lista única? ¿Con qué fórmula? En definitiva, ¿quién liderará qué?

Una “lista de país”

La coordinadora general del PDeCat, Marta Pascal, abogó el pasado viernes por lo que denominó “lista de país”. Una fórmula que pretende aglutinar al bloque independentista, “a todas las sensibilidades” que “defiendan las instituciones democráticas” y el autogobierno: “Pedimos a todas las fuerzas políticas, absolutamente todas, que nos ayuden a combatir este artículo 155", insistió.

PDeCat lanzó el guante de reeditar Junts pel Sí incluyendo otros agentes soberanistas, pero sus principales socios en dicha confluencia, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), no lo recogieron. Ya adelantamos en ELPLURAL.COM que ERC lleva días trabajando en un discurso de campaña alejado de Junt pel Sí y del PDeCat a fin de capitalizar el desplome de la antigua Convergencia y distanciarse de la frustración provocada por una “mala gestión de las expectativas”. El propio Oriol Junqueras,  encarcelado, firmó un artículo en Ara.cat en el que abogaba por presentarse por separado.

También quiero pedir a los partidos y a las entidades que hagan todos su trabajo, cada cual en su lugar, con una sólida unidad de acción. Y, por favor, lo pido por la concordia y la armonía de todos, basta de debates y polémicas sobre cómo se presentará cada partido a las elecciones. Basta, este debate sólo nos hace daño y nos hace perder de vista todo el trabajo que hay que seguir haciendo. Este episodio ya lo vivimos y fue nefasto. Cada cual que elija la mejor fórmula para concurrir a las elecciones, que ningún demócrata se quede en casa el 21-D, que ninguna persona que quiere la libertad deje de ir a votar, que cada partido se esfuerce por hacer el mejor resultado posible y que la unidad de acción y una estrategia compartida sea aquello que nos una, con respeto por todas las sensibilidades.

De sus palabras se desprende una solicitud de unidad de acción, pero concurriendo “cada cual en su lugar”, dando así carpetazo a la posibilidad de reeditar JxSí. Pero, ¿por qué no concurrir en confluencia?

ERC, lejos de Junts pel Sí

El primer motivo responde puramente a un razonamiento analítico elaborado con la calculadora electoral en la mano. Todas las encuestas señalan que la primera fuerza política sería ERC, que se dispararía en torno a los 45 diputados, mientras el PDeCat se desploma. Pero hay otra cuestión mucho más profunda.

Varios sectores de ERC han mostrado su descontento con la gestión de las expectativas del expresident de la Generalitat Carles Puigdemont. Fuentes consultadas por este periódico señalaron como ejemplo el pleno del Parlament del pasado 10 de octubre. Durante dicha sesión plenaria se barruntaba que Puigdemont declararía la independencia. Cientos de personas así lo esperaban. Buena muestra de ello es la instalación de enormes pantallas en el exterior de la Cámara, concretamente en el Parc de la Ciudadela. “No supo gestionar las expectativas. Generó unas que no pudo cumplir”, declaran fuentes de ERC a este periódico.

Por estos motivos, los de Junqueras apuestan por concurrir por su cuenta y, para mostrar coherencia retórica, el portavoz de la formación, Sergi Sabrià, dio a conocer unos condicionantes poco realistas, a sabiendas de que no se cumplirán. En una rueda de prensa, el portavoz ha insistido en que solo avalará la "lista única" para el 21D si en ella se integran también la CUP y otros sectores de la izquierda soberanista, haciendo referencia a los Comunes. En caso contrario, prefiere que haya tres listas con puntos programáticos comunes para maximizar cada una de ellas los votos de sus respectivos espacios.

Oriol Junqueras ya está maniobrando y ha pedido salir de la cárcel para poder hacer campaña. El abogado del exvicepresident, Andreu Van Den Eynde, ha presentado un recurso ante la juez Carmen Lamela alegando que su encarcelamiento lesiona su derecho y el de los ciudadanos “a la participación política” en las elecciones del 21D y le ha recordado que el Govern no ha emprendido “ningún acto ejecutivo” desde su cese.

Bruselas, Estremera y una lista blanca

La lista de dificultades y obstáculos sería interminable (aquí puedes consultar la ristra de distensiones entre ERC y PDeCat publicada en EPLURAL.CAT). Todo parece apuntar a que Puigdemont hará campaña en el exilio y Junqueras estaría pendiente de resolución. Marta Rovira, la secretaria general de los republicanos, le acompañará como número dos en caso de que no se logre alcanzar un acuerdo in extremis.

Pero aún existe una posibilidad, por remota que sea, de concurrir juntos. Se puede registrar una confluencia blanca, cuyo cometido sería meramente instrumental. Se trata de inscribir una confluencia que luego se puede desestimar. ¿La razón? Este martes 7 de noviembre finaliza el plazo para registrar confluencias, pero una semana más tarde, el día 13, se abre el plazo para registrar candidaturas de partidos. El plazo expira el 18, por lo que ERC y PDeCat tienen hasta ese día para negociar.

¿Qué hará la CUP?

Los cuperos aún no saben si concurrirán y en qué fórmula. El próximo 12 de noviembre se reúnen para discernir si se presenta a las elecciones y si lo harán en coalición. Podrían apuntarse a la confluencia blanca que pudieran registrar PDeCat y ERC a expensas de si pactan o no, o bien podrían presentarse en solitario.

La Ley Orgánica Electoral de Régimen General (Loreg) estipula que los partidos tienen una semana para llegar a un acuerdo y ver si se presentan en coalición, aunque se prevén unas elecciones con multiplicidad de partidos.

Josep Borrrell y el PSC, y los outsiders Santi Vila y Dante Fachín

Las fichas aún no están fijadas al tablero y se pueden producir movimientos. El PSC tiene claro que su candidato será Miquel Iceta, pero dada la relevancia y centralidad que ha ganado Josep Borrell ante el desafío soberanista, los socialistas le propusieron ir de número tres, pero lo rechazó. Lo que ahora se baraja es un puesto simbólico en la lista.

En el caso de Podemos, la ciclogénesis se ha cobrado una víctima. El pasado viernes, Pablo Iglesias le enseñó la puerta de salida y le invitó a dimitir, y a Albano Dante Fachín no le ha quedado otra. El secretario general de Podemos, dada la mala relación que mantiene con el ya exsecretario general autonómico y el coqueteo de éste último con el bloque independentista, intervino Podem imponiendo una consulta a las bases para diluir las siglas de su marca en Catalunya en los Comunes de Ada Colau y Xavier Domènech, quien será el candidato el 21D.

El ya exsecretario general autonómico se ha dado de baja como militante y ha revelado este lunes haber hablado con ERC, la CUP y Procés Constituent para llegar a posibles "preacuerdos" que permitan un "frente electoral", y ha anunciado que ya hay registrado un partido que se podría usar de forma instrumental para tal efecto.

Otra de las cuestiones que están sobre la mesa de cara al 21D es qué ocurrirá con el exconseller Santi Vila, quien dimitió antes de la DUI que votó el Parlament. Vila se postuló como candidato del PDeCat, pero la antigua Convergencia tiene candidato -en el exilio, pero candidato-. Durante una entrevista en Al Rojo Vivo, Vila abrió la puerta a presentarse con una fórmula diferente, lejos del PDeCat, y apostando por atraer a los sectores más conservadores. ¿Maniobrará el exconseller al estilo Emmanuel Macron para desterrar a Puigdemont?