La CUP, a pesar de los gestos radicales de última hora, permitirá con la abstención de sus cuatro diputados que un católico intransigente y xenófobo como Quim Torra sea el 131 presidente de la Generalitat.

La reunión de los anticapitalistas en Cervera (la primera ciudad catalana que se rindió a Felip V) ha decidido mantener el voto de la primera sesión de investidura, pero a la vez ha dicho que estará muy vigilante con la acción rupturista con España del presidente de la Generalitat y su Gobierno. Torra aseguró en su primer discurso que su acción estará destinada a proclamar la independencia de Cataluña, pero no puso plazos.

Por su parte, ERC ha dado pleno apoyo a Torra, como no podía ser de otra manera. Ha sido el adjunto a presidencia de ERC, Pere Aragonès, quien ha garantizado que con la formación del Consejo Ejecutivo "se acaba el artículo 155". Así mismo, Aragonès ha manifestado que "no hay dicotomía entre hacer Gobierno y hacer República, puesto que ahora nos hace falta este ejecutivo de resistencia para construir las paredes metros de la independencia".

Por su parte, Carles Puigdemont ha concedido una entrevista a ElPuntAvui dónde se ha mostrado esperanzado que se mantenga la investidura de Torra y que la CUP mantenga "la coherencia" A la pregunta sobre si dará órdenes al nuevo president, Puigdemont ha respondido que "todos los presidentes están a las órdenes del Parlament" y ha asegurado que "tiene que continuar así", lamentado que hasta ahora la que ha sido "teledirigida" ha sido Cataluña desde el gobierno español. Por eso, ha esperado que el 155 "no dure ni un día más". De cara al futuro, ha apuntado a una presidencia de la Generalitat "que sea fiel al mandato del 1-O y el voto del 21-D y ha esperado que Torra continúe ejerciendo con la "sabiduría y ponderación" que le ha mostrado este tiempo.