El expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y diputado electo de Junts per Catalunya Jordi Sànchez ha admitido este jueves ante el juez del Supremo Pablo Llarena que el referéndum del 1-O no fue válido, ha renunciado a la vía unilateral para obtener la independencia y ha negado haber llamado a la violencia.

En su declaración de dos horas y media, ante el juez y los fiscales Fidel Cadena y Jaime Moreno, ha expresado su deseo de regirse por la Constitución, ha rechazado la vía unilateral para conseguir la independencia de Cataluña y ha explicado que trataron de presionar a otros partidos no soberanistas para llegar a un acuerdo para celebrar el referéndum, que finalmente se celebró pero sin validez alguna, según el mismo ha reconocido.

Según han informado a Efe fuentes presentes en la declaración, Sànchez también ha reconocido que desde 2015 existía una "hoja de ruta", cuyos objetivos compartían ANC, Omnium Cultural, ERC y CDC, y que viene a confirmar los datos extraídos por los investigadores del documento Enfocats, incautado al segundo de Oriol Junqueras, y por el que Llarena ha imputado al expresidente catalán Artur Mas y a la dirigente de ERC Marta Rovira, entre otros.

Además ha manifestado su repulsa frontal a la violencia y ha defendido que en ningún caso se produjeron actos violentos durante las movilizaciones convocadas por ANC, aunque sí actos vandálicos como el sucedido a las puertas de la Consellería de Economía durante un registro para impedir el 1-O y durante el que tres coches de la Guardia Civil quedaron destrozados.

Pide su puesta en libertad

Tras su comparecencia, Sánchez ha pedido "in voce" su puesta en libertad y su defensa tiene previsto presentar hoy mismo un escrito solicitándolo formalmente, según las fuentes.

Es la primera vez que Sànchez da su versión de los hechos tras ingresar en prisión el pasado 16 de octubre por orden de la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, ante la que apenas declaró.

La juez le envió a prisión junto a Cuixart al asignarles el papel de "promotores y directores" de las concentraciones del 20 de septiembre, ya que ambos se mantuvieron al frente "durante todo el día, llevando la iniciativa en una pretendida negociación con los guardias civiles, alentando y dirigiendo la acción de los congregados, incitándoles a permanecer en el lugar e impartiéndoles órdenes".

Lamela destacaba también que el 1 de octubre, desde las mismas cuentas de whatsapp utilizadas para promover el asedio a los agentes de la Guardia Civil que acompañaban a la comitiva judicial, "realizaron llamadas a los participantes animándoles a permanecer en los colegios y presentar resistencia a las autoridades policiales". Con todo ello, según la juez, pretendían "impulsar y asegurar la celebración del referéndum ilegal de independencia y con ello la proclamación de una República catalana, independiente de España, contraviniendo con ello la Constitución".

Tras la declaración de Sánchez, comparece ahora ante Llarena Jordi Cuixart y después lo hará el exconseller de Interior Joaquim Forn, que lleva en prisión desde el 2 de noviembre, también por orden de Lamela, prisiones que han sido ya ratificadas por el juez del Supremo, que hoy les interroga a petición propia.