El expresidente del Gobierno Felipe González llama a los catalanes, en un artículo publicado en El País, a no dejarse “arrastrar a una aventura ilegal e irresponsable que pone en peligro la convivencia entre los catalanes, y entre éstos y los demás españoles".

Mejor juntos que enfrentados
El expresidente socialista reafirma su convencimiento en la creencia "de que estamos mucho mejor juntos que enfrentados: reconociendo la diversidad como una riqueza compartida y no como un motivo de fractura entre nosotros".

Gratitud al apoyo de los catalanes durante sus gobiernos
"Para mí, España dejaría de serlo sin Cataluña, y Cataluña tampoco sería lo que es separada y aislada", afirma Felipe González, y muestra su gratitud por el apoyo permanente y mayoritario de los catalanes para la tarea de gobierno cuando él estuvo al frente del mismo."

Nadie se sentará a una mesa de negociación con la ilegalidad
"No conseguirán, rompiendo la legalidad, sentar a una mesa de negociación a nadie que tenga el deber de respetarla y hacerla cumplir. Ningún responsable puede permitir una política de hechos consumados, y menos rompiendo la legalidad, porque invitaría a otros a aventuras en sentido contrario", dice el expresidente socialista.

González advierte de que Artur Mas sabe que "desde el momento mismo que incumple su obligación como presidente de la Generalitat y como primer representante del Estado en Cataluña, está violando su promesa de cumplir y hacer cumplir LA LEY".

Compara la Cataluña actual con el nazismo
"Se coloca fuera de la legalidad, renuncia a representar a todos los catalanes y pierde la legitimidad democrática en el ejercicio de sus funciones", señala González, que llega a comparar la "aventura de Artur Mas" con "la aventura alemana o italiana de los años treinta del siglo pasado", aunque matiza que "nos cuesta expresarlo así por respeto a la tradición de convivencia de Cataluña".

Críticas al inmovilismo de Rajoy
El político socialista dice no estar de acuerdo con el inmovilismo del Gobierno de la nación, "cerrado al diálogo y a la reforma" pero añade que esta convicción, "que estrecha el margen de maniobra de los que desearíamos avanzar por la vía del entendimiento, no me puede llevar a una posición de equidistancia entre los que se atienen a la ley y los que tratan de romperla".

Lo que realmente espera a Cataluña
González habla de las consecuencias de la idea de "desconectar" de España "en un extraño y disparatado frente de rechazo y ruptura de la legalidad". Entre las mismas menciona la desconexión de una parte sustancial de la sociedad catalana, "fracturándola dramáticamente", la desconexión del resto de España "rompiendo la Constitución, y por ello el Estatuto que garantiza el autogobierno, y la convivencia secular en este espacio público que compartimos".

La desconexión de Europa "aislando a Cataluña en una aventura sin propósito ni ventaja para nadie" y la desconexión de la dimensión iberoamericana "(que tanto valor y trascendencia tiene para todos)". Felipe González añade que "vivimos en la sociedad más conectada de la historia" y a colación declara que la revolución tecnológica significa "conexión", "interconexión", todo lo contrario a "desconexión".

En su opinión "cada día es mayor la interdependencia entre todos nosotros: españoles de todas las identidades, europeos de la Unión entre 28 Estados nación, latinoamericanos de más de 20 países, por no hablar de nuestros vecinos del sur o del resto del mundo".

No más liquidacionistas
Felipe González señala en la parte final de su artículo que "necesitamos reformas pactadas que garanticen los hechos diferenciales sin romper ni la igualdad básica de la ciudadanía ni la soberanía de todos para decidir nuestro futuro común".

"No necesitamos más liquidacionistas en nuestra historia que propongan romper la convivencia y las reglas de juego con planteamientos falsamente democráticos", afirma González.

En el enfrentamiento perdemos todos
“No creo que España se vaya a romper, porque sé que eso no va a ocurrir, sea cual sea el resultado electoral. Creo que el desgarro en la convivencia que provoca esta aventura afectará a nuestro futuro y al de nuestros hijos y trato de contribuir a evitarlo. Sé que en el enfrentamiento perderemos todos. En el entendimiento podemos seguir avanzando y resolviendo nuestros problemas”, concluye el expresidente.