La situación con el asunto catalán se ha encrudecido en los últimos meses y más durante este septiembre. 30 días en los que la Generalitat ha aprobado – con su posterior recurso del Gobierno – la ley de transitoriedad y ley del referéndum. Amén de las 14 detenciones llevó a cabo la Guardia Civil a miembros del Govern de Cataluña.

Un ambiente de crispación e incertidumbre se ha apoderado de todo el país. Por ello, desde la Dirección Nacional del PP han frenado en los últimos días una ingente cantidad de mociones de sus alcaldes por todo el país. El motivo por el que se presentaron estas mociones es en defensa de la unidad de España y contra el referéndum del próximo 1-O.

Fuentes de Génova han confirmado a este periódico esta decisión del Partido Popular, que no califican de orden. Pero sí reconocen que han pedido que se mantenga un perfil bajo con respecto al referéndum para no avivar el enfrentamiento.

Sin embargo, queda un Ayuntamiento que hasta último momento ha mantenido su moción, desoyendo la petición expresa de Génova para “rebajar la tensión” con Cataluña en los prolegómenos del referéndum para la independencia del próximo 1 de octubre.

Boadilla y Alcorcón, reductos aguirristas

Hablamos de Boadilla del Monte, localidad del oeste del área metropolitana madrileña, gobernada por el Partido Popular de Antonio González Terol – la única esquirla aguirrista en el Congreso de los Diputados -. Presentó una moción para el próximo viernes 29 de septiembre, a la que ha tenido acceso ELPLURAL.COM, con el fin de hacer una declaración institucional anticatalanista en el pleno. Una texto, por cierto, redactado el día de la Diada de Cataluña, el pasado 11 de septiembre. Un hecho que resulta irónico y paradójico.

Sin embargo, según las fuentes consultadas por ELPLURAL.COM en Génova, aseguran que ya han retirado la moción. Así lo han confirmado fuentes del Partido Popular de Boadilla del Monte, que declaran que han "preferido retirar el texto" con el fin de que el "sentir de todos los españoles" se escuche con más fuerza, de modo más claro y desde la unidad, que es lo que todos queremos y exigimos". Esta decisión la ha tomado la formación de la localidad durante la tarde de este viernes. Hasta este día, se habían mantenido los planes para presentar la moción el próximo viernes. 

Claro, que ahora viene la otra localidad de la capital de España, conocida por la conservadora gestión de David Pérez, el otro regidor popular – del mismo perfil de Terol – aguirrista de pro. Un político que ha estado inmerso en infinidad de charcos - declaraciones machistas incluidas -.

No obstante, según declaran fuentes a ELPLURAL.COM, David Pérez está manteniendo un perfil muy bajo, para sorpresa de la oposición. En ningún momento ha habido una moción ni ha dicho una palabra más alta que otra. Una actitud que ha dejado boquiabiertos a propios y extraños para lo que suele ser el regidor.

Mismo perfil, diferentes ‘jefes’

Tras la caída de Esperanza Aguirre y sus adláteres, estos dos alcaldes son lo único que queda de la exlideresa popular dentro del partido. Por coincidencias de la vida, ambos convergen también en la ostentación de más de un cargo, aunque de importancia diversa. Mientras que Terol, amén de su trabajo como regidor, también es diputado en el Congreso de los Diputados, David Pérez lo es pero en la Asamblea de Madrid.

¿Ante quién responde cada uno? Evidentemente, el alcalde de Boadilla, por su condición de diputado del Congreso, depende  de Rajoy para renovar esta condición en la próxima legislatura. Sin embargo, ha desoído en infinidad de ocasiones los designios del ‘líder supremo’ de la formación.

En el otro lado de la mesa se sienta David Pérez, cuya jefa es la férrea Cristina Cifuentes. Una persona que quizás impone más que Rajoy. También esta puede ser la razón del ‘silencio’ que ha mantenido el regidor de Alcorcón. Un perfil bajo quizás exigido desde de la Comunidad de Madrid, desde donde ya le han dado algún toque de atención.

Ahora sí, pero con Zapatero no

Hay que ponerse en situación primero para conocer este caso. Lo que al Partido Popular ahora le viene bien, cuando José Luis Rodríguez Zapatero estaba en Moncloa, era radicalmente lo opuesto. Es decir, los populares ahora ordenan que se paralicen las mociones contra la independencia de Cataluña. Sin embargo, cuando en 2005 se iba a acometer una reforma del Estatut, parecía estrictamente necesario elevar la voz para “salvaguardar la unidad de España”.

Al menos así lo defendió – casualmente – Mariano Rajoy cuando presentó el texto de todos los alcaldes populares contra estas reformas. El ahora presidente del Gobierno consideraba por aquel entonces que “vulnera la igualdad de los españoles”.

Como ocurriera con la apertura al diálogo a reformar la Constitución y con la Generalitat, para Mariano lo que un año es blanco, al siguiente se transforma en negro para evitar “males mayores”.