Muchos en Cataluña estarán mirando hoy a Andalucía, tras conocerse que 2.865 escolares sólo en Barcelona padecen malnutrición. La Junta puso en marcha las tres comidas gratuitas en los colegios andaluces el lunes pasado, un plan dotado de 16 millones de euros, en medio de críticas y burlas de la derecha. Pero los datos desvelados por el estudio en 500 centros públicos y concertados de la ciudad condal reflejan que el Gobierno andaluz actuó de manera certera y rápida ante un problema que afecta a menores en otras regiones de España.

El 24% de los niños catalanes es pobre
La realidad es que el 24% de los niños catalanes son pobres, según un informe de la Fedaia, publicado en mayo de 2012, y entidades sociales y ONG han advertido de que muchos niños solo reciben una comida completa al día, gracias a los comedores escolares, según El Periódico de Cataluña. De acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona, los 2.865 niños malnutridos representan el 1,7% de los menores escolarizados.

La pobreza infantil aumenta en Cataluña
Un estudio de Unicef, también de 2012, constató que la pobreza infantil pasó en Cataluña del 18,5% en 2008 al 23,8% en 2010, según datos de El País. Es importante resaltar que aún está por debajo de la media española, que se sitúa en el 26,2%, lo que da una idea de que en otras regiones la situación puede ser peor.

El 61% recibía ayuda
De los 2.865 casos detectados en Barcelona, el 61% ya estaba recibiendo apoyo de organizaciones sociales, pero no el resto. El Ayuntamiento de Barcelona ya ha puesto en marcha ayudas, que consisten en becas de comedor o desembolso de dinero a las familias necesitadas para la alimentación de sus hijos.

Un niño con dolor de estómago por hambre
En declaraciones a El País, la directora de la escuela Sant Josep Oriol, Núria Garcia, en el popular barrio de La Trinitat Nova, ha contado su penosa experiencia: “A veces, te puede venir un niño con dolor de estómago por la mañana y si preguntas, a lo mejor descubres que lo último que ha comido es un bocadillo a las siete de la tarde”.

Busca en las sobras del comedor
Esta directora da pista de cómo identificar a un niño que está en dificultades: no lleva desayuno a la escuela, picotea en la comida que sobra en el comedor o pide a sus compañeros. Por otra parte, son niños que no suelen prestar demasiada atención en clase, por estar cansados y sin fuerzas.

Desmayos
Por su parte, Francesc Freixanet, director de la escuela Antaviana, en otro barrio humilde de Barcelona, Les Roquetes, ha explicado que “en los dos últimos años hemos tenido casos graves, con algún desmayo de un niño” y que han tenido que llamar en dos ocasiones a una ambulancia por malnutrición de otros alumnos”. Recuerda como “terrorífico” el caso de un estudiante al que encontró hace dos años revolviendo en la basura en busca de comida.

La Junta inició el lunes su programa con 11.000 menores
La consejera de Enseñanza catalana, Irene Rigau, anunció ayer que ha empezado a elaborar un protocolo con el Departamento de Bienestar Social para repetir el estudio realizado por el Ayuntamiento de Barcelona y preguntar a los centros sobre los problemas de nutrición de alumnos. Se ha detectado que el problema detectado en la ciudad condal también ocurre en otros municipios y comunidades. Así que muchos miran ahora a Andalucía, donde el Gobierno de Griñán implantó tres comidas gratuitas a alumnos de familias con una situación económica extrema. La medida ya empezó a aplicarse el lunes pasado, cuando cerca de 11.000 menores recibieron una bolsa con la merienda y el desayuno. El programa pretende llegar a partir del otoño a 48.000 menores.

Las críticas del PP
La Junta ha tenido que soportar que el PP en la oposición le acusara de “populista” y que desde comunidades presididas por un popular, como es el caso de Extremadura, José Antonio Monago, acusara al Gobierno autonómico socialista de intentar solucionar un problema “creado por ellos mismos” en sus tres décadas de Gobierno. El portavoz adjunto del Grupo popular en el Congreso, Rafael Hernando, dijo que la Junta pretende “asimilar Andalucía a Venezuela”, y consideró que “hacer demagogia con ciertas cosas entraña ciertos peligros y la imagen bananera que algunos pretenden dar no contribuye a nada positivo para Andalucía y para España”.

Comer no es como ir en bicicleta
Desde la derecha mediática, las críticas tampoco han faltado. Ernesto Sáenz de Buruaga calificó en Twitter la decisión de la Junta de "ocurrencia" e hizo una comparación desafortunada: "¿y por qué no una bicicleta?", preguntó con ironía.