Este martes, nos preguntábamos quién pagaba el dispendio en seguridad y mítines de Carles Puigdemont. Una duda que no es tal con el viaje de los alcaldes independentistas a Bruselas, para acompañar ayer al presidente depuesto de la Generalitat en su primer mitin en el exilio. Porque algunos de ellos han confirmado que la excursión a Bruselas se lo han pagado los vecinos del municipio con el presupuesto público.

Los alcaldes llegaron a Bélgica después del mediodía. Algunos fueron en coche, pero la mayoría usó un vuelo chárter de carácter privado, fletado por European aviation. Luego viajaron en autobús, escoltados por la policía belga, al centro de Bruselas para manifestarse frente a las sedes del Consejo y de la Comisión Europea, protestar por el encarcelamiento de los exconsellers del Govern depuesto y cantar Els Segadors.

Pero, ¿quién ha pagado el viaje y el alquiler de la sala donde Puigdemont denunció que el fascimo había vuelto a España? El Periódico de Cataluña se ha hecho esa pregunta, para malestar de los alcaldes. “Si lo que os preocupa de 200 alcaldes es quién alquila y quién paga la sala, yo creo que enfocáis mal el tiro", fue la respuesta de Miquel Buch, alcalde de Premià del Mar y presidente de la Associació Catalana de Municipis (ACM), que también aseguró que la sala la había pagado “los eurodiputados”.

No obstante, no hay constancia de que europarlamentarios hayan pagado el alquiler. “No está claro”, señala el diario. Buch también aseguró que los viajes de los regidores fueron pagados de su bolsillo: "Cada uno, lo suyo. Cada alcalde paga lo suyo, está claro". Pero tampoco parece cierto en varios casos.

"Hay de todo. Hay alcaldes que se han pagado el billete y hay alcaldes a los que se lo paga el ayuntamiento. Ha sido una decisión personal. En mi caso, vengo en representación de mi ayuntamiento. He entendido que es un acto institucional, que estoy representando a mi municipio y a la institución que represento y en este caso lo paga el ayuntamiento", confesó la alcaldesa de La Garriga, Meritxell Budó.