Reconciliación. Transversalidad. Dos conceptos en los que la izquierda no independentista ha coincidido. El encarcelamiento de Jordi Turull, candidato a presidente de la Generalitat, evitó la segunda votación, que previsiblemente también habría perdido, en el Parlament. El presidente Roger Torrent, en una reunión previa con todos los líderes parlamentarios, propuso que cada grupo expusiera sus argumentos, lo cual no ha sido aceptado por el PP. Xavier García Albiol, con sus tres diputados, han abandonado el hemiciclo por estar disconforme con el formato. Ha considerado que esta sesión se debería hacer la semana próxima.

Las emociones estaban a flor de piel. La esposa de Turull y sus hijas en la zona de invitados, así como la esposa de Jordi Cuixart con su bebé en brazos. También otros familiares de diputados encarcelados. La tensión era alta. Las caras, muy serias. Muchas emociones. Muchos abrazos. Los discursos, en general, han estado a la misma altura de seriedad, si se exceptúa a Inés Arrimadas, que incluso ha repetido párrafos de su intervención del jueves.

El punto de inflexión, ya apuntado el jueves, ha sido que tanto PSC como EnComú Podem han apelado a la reconciliación y a buscar complicidades entre independentistas y constitucionalistas. Miquel Iceta ha hablado de "reconciliación" y se ha mostrado dispuesto que los socialistas trabajen en propuestas políticas con los independentistas para el bienestar de los catalanes. Domènech, por su parte, ha apelado a volver al catalanismo político que pilotó la transición y que el procés ha roto.

Las intervenciones de los portavoces de ERC, Sergi Sabrià, y JxCat, Quim Torra, han sido más emotivos que políticos, al igual que la CUP. Pero, a la vez, han sido muy duros con el Estado denunciando la deriva "autoritaria" de los poderes del Estado. En este punto han contado con el apoyo de Domènech.  Han coincidido en que España se está desintegrando con las decisiones judiciales y han defendido el derecho de los catalanes a elegir a sus presidentes. Además, han asegurado que los poderes del Estado policiales y judiciales están laminando la libertad y la democracia.

El mismo presidente del Parlament, Roger Torrent, ha apelado en un discurso fuera del hemiciclo, a crear un frente amplio que trabaje para recuperar las instituciones ante el avance de la deriva autoritaria.

Los mayores aplausos han sido para los diputados encarcelados o en el extranjero. Torrent ha coincidido con Iceta y Domènech en que ha llegado la hora de la política.

Ahora, con la investidura fallida, el Parlament tiene dos meses para encontrar un presidente de la Generalitat antes de convocarse directamente unas nuevas elecciones.