Retorno al pujolismo. Jordi Turull se ha presentado como candidato a presidir la Generalitat copiando al pujolismo histórico. Los debates de investidura de Jordi Pujol eran una retahíla de propuestas, el listín telefónico. Turull, en un tono plano, ha aprovechado su hora de discurso de candidato con una breve introducción política, sin citar ni república, ni autodeterminación, ni independencia, y una larga lista de propuestas. Ha sido un discurso muy medido. Turull, con su familia en el palco de autoridades, ha aburrido a los diputados, a los invitados, a su hijas y a los periodistas. Pero estaba más pendiente de sus problemas judiciales que de la política. Turull ha obtenido 64 votos a favor, 65 en contra y cuatro abstenciones. El sábado, segunda parte, si la Justicia lo permite. Si Turull no tiene más votos afirmativos que negativos, hay dos meses para formar gobierno antes de elecciones. El reloj empieza a correr a partir de hoy.

Antes de acceder al hemiciclo para leer el discurso, Turull ha preparado una bolsa pues ha salido del Parlament después de no obtener la mayoría absoluta hacia Madrid. Lo espera el juez Pablo Llarena para comunicarle su enjuiciamiento y los delitos de los que lo acusa por el 1 de Octubre.

Turull ha sido el tercer candidato: primero Carles Puigdemont, seguido de Jordi Sànchez y hoy Turull, el número 4 de la lista de Junts per Catalunya. Los independentistas decidieron la tarde-noche del miércoles una investidura exprés como reacción a la decisión de Llarena por la prisa de JxCat, com ERC y PDeCAT sin estar muy convencidos de la medida. Se pretendía investir a Turull por si Llarena lo encarcelaba y, así, llevar la prisión del presidente de la Generalitat como una muestra de la represión. Pero faltaban los votos de la CUP. Los anticapitalistas se han mantenido en su abstención ya anunciada.

Para la CUP el candidato sigue siendo Puigdemont y la ruptura unilateral con España. Turull y ERC, en cambio, han apostado por un discurso autonomista del candidato. Si Turull fuera elegido president el sábado en segunda votación por mayoría simple (son necesarios dos votos más de los que cuentan JxCat y ERC) renunciaría a la vía unilateral. Pero, todo depende de la Justicia. A Turull únicamente lo han aplaudido en una ocasión: cuando ha citado a Muriel Casals.

Turull se ha presentado al Parlament en libertad condicional y con la eventual entrada en prisión y su inhabilitación. Un hándicap que han puesto encima de la mesa los portavoces de Ciudadanos, Inés Arrimadas, PSC, Miquel Iceta, Comú-Podem, Xavier Domènech y PP, Xavier García Albiol.

En el discurso ha pesado la cita con la Justicia. Turull ha hecho un discurso autonomista, aunque ha dejado claro que mantiene sus valores, "lo único irrenunciable" y sólo se ha referido a su situación diciendo que "prefiero ser víctima de injusticias".

Ha tendido la mano a negociar con el Estado, de la misma manera que Francesc Macià acordó la Generalitat en la Segunda República y Josep Tarradellas recuperó la Generalitat con Adolfo Suárez tras la dictadura de Franco. Como novedad, el candidato a presidir la Generalitat ha hablado en aranés y en español.

Los ejes de gobierno los ha resumido en cuatro: democracia; equidad y cohesión social; prosperidad económica y gobernanza compartida con la sociedad. Turull, después de una hora, ha asegurado que si es presidente de la Generalitat tendrá la mano tendida tanto al jefe del Estado como al presidente del Gobierno.

Como ya es habitual en los debates, quién más ha hablado del procés independentista ha sido la jefa de la oposición, Inés Arrimadas. Mientras, que el candidato sólo ha citado en una ocasión el 1 de octubre. Salvador Sabrià (ERC) se ha referido que con una república se gobierna mejor, pero no ha citado ni independencia ni autodeterminación. Marta Rovira, secretaria general de Esquerra, no ha sido la portavoz de su partido, como escudo ante su presencia ante el Tribunal Supremo. Nada más terminar el pleno, Marta Rovira, Dolors Bassa y Carmen Forcadell han renunciado al acta de diputadas. Para el futuro, Sabrià ha apostado por ampliar la majoria social a favor del independentismo que superen los bloques.

Arrimadas, en cambio, no ha ahorrado palabras en señalar que Turull es más el problema que la solución y ha asegurado que "el procés es una novela y en esa novela el capítulo Turull será breve".

Miquel Iceta (PSC) se ha referido al discurso de cariz pujolista de Turull. "Si uno sigue las propuestas del candidato, es difícil no estar de acuerdo en muchas de ellas", ha dicho, pero le ha reprochado que no haya hecho autocrítica de la legislatura anterior. No obstante, con el programa de gobierno anunciado, Iceta se ha mostrado dispuesto a colaborar si los grupos independentistas abandonan la vía unilaterial y trabajan en consensos tranversales, por lo que todas las partes "deberíamos renunciar a cosas".

Xavier Domènech (EnComú-Podem) ha instado Iceta a hacer una moción de censura en Madrid para echar a Mariano Rajoy y a Turull le ha criticado la falta de estrategia y táctica del indepedentismo. Domènech también se ha mostrado a dispuesto a recuperar consensos transversales.

Pero quizás el discurso más duro ha sido el del presunto socio independentista, Carles Riera (CUP). Los anticapitalistas todavía mantienen que Puigdemont es su candidato y apuestan por la ruptura de un "Estado que apesta". Riera ha anunciado que la CUP pasa a la oposición para crear la independencia desde la calle.

Xavier Garcia Albiol (PP), por su parte, ha esgrimido, en un discurso más plano que el del candidato, que no se cree al Turull autonomista.