La CUP tiene, otra vez, la llave de la investidura. Jordi Turull depende de la decisión de la CUP, que tiene los cuatro votos necesarios para obtener mayoría absoluta. La formación anticapitalista había decidido abstenerse, fuera quién fuera el candidato. Pero ante la decisión del juez Pablo Llarena de citar a Turull mañana viernes al Tribunal Supremo para comunicarle el auto de procesamiento, y la decisión de JxCat y ERC de convocar un pleno exprés, la dirección de la CUP ha decidido consultar durante la mañana a su militancia.

Lluc Salellas y Mireia Boya, portavoces de la CUP criticaron la decisión "unilateral" del presidente del Parlament, Roger Torrent, y explicaron, a su vez, que cada asamblea local y territorial debatirá durante la mañana el documento base que la dirección ha enviado por correo electrónico y deberán comunicar el sentido del voto. A las tres de la tarde la dirección fijará el voto final: o abstención o voto a favor de Turull.

Para que Turull salga elegido en la primera votación son necesarios los cuatro votos de los diputados de la CUP. El Parlament tiene 135 diputados, de los que únicamente pueden votar 133, pues Carles Puigdemont y Antoni Comín no lo pueden hacer por encontrarse en Bèlgica. Así, JxCat y ERC tienen 64 votos, mientras que las otras formaciones, sin la CUP, suman 65. Con los cuatro escaños de los anticapitalistas se consigue la mayoría absoluta, al sumar la mágica cifra de 68.

En el caso de que la CUP mantuviera la abstención, Turull debería someterse a una segunda votación el sábado. No obstante, el viernes tiene cita judicial y el independentismo se teme una entrada en la cárcel.