Jordi Sànchez ya es formalmente candidato a presidente de la Generalitat. El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha hecho público hoy lunes al atardecer su decisión. Para Torrent, Sànchez es el nombre que tiene más apoyos para someterse a la sesión de investidura después de la ronda de contactos protocolaria con todos los grupos parlamentarios.

Sànchez es el segundo candidato después de Carles Puigdemont, quien el jueves renunció para permanecer en Bélgica como presidente del consejo de la república.

No obstante, ahora Torrent tiene que convocar el pleno de investidura. De momento, la CUP ya ha hecho pública su abstención a Sànchez, mientras que Ciutadans, PSC, En común-Podemos y PP ya ha dicho a Torrent que consideran que Sànchez no es la mejor opción por sus problemas judiciales. Sí que cuenta con el apoyo de su partido, Junts per Catalunya (fue el número dos detrás de Carles Puigdemont) y de ERC. El candidato está encarcelado en Soto de Real acusado de rebelión, sedición y malversación.

JxCat ya ha anunciado que Sànchez prevé pedir al juez del Supremo Pablo Llarena que le deje asistir al pleno, una vez la sesión se haya convocado. 

Los anticapitalistas no contemplan -por ahora- votar a favor de su investidura, de forma que Sànchez no tendría suficientes apoyos para ser investido. De todos modos, JxCat y ERC esperan convencer la CUP antes del pleno.

Hay que recordar que después de la primera ronda de contactos, a finales de enero, Torrent convocó el pleno de investidura de Puigdemont que, finalmente, aplazó. La decisión levantó fuerza polémica, puesto que el reglamento del Parlament no contempla qué pasa en este escenario. Finalmente, los letrados de la cámara apuntaron que el reloj de la investidura no corría. Además, el Gobierno recurrió ante el Tribunal Constitucional, quién adoptó la medida cautelar de no permitir la investidura hasta que haya decidido si se podía presentar. No obstante, con la decisión de Torrent, queda sin efecto la candidatura de Puigdemont.

El juez Llarena tendrá que decidir si permite que Sànchez pueda ir en persona en el Parlament. Hay el precedente del etarra Juan Carlos Yoldi, quién pudo presentar su candidatura en Navarra y después volver a la prisión. Aun así, cuando Sànchez pidió poder asistir al pleno de constitución, el juez Llarena no lo permitió y ordenó que se le permitiera el voto delegado, lo cual ha hecho Sànchez delegando su voto en Jordi Turull.

Negociación por el programa de Gobierno

A pesar de que finalmente ERC ha dado su visto bueno a Sànchez, lo cual fue vista con escepticismo en un primer momento, ahora las fuerzas independentistas tienen que cerrar el programa de gobierno y cómo se reparten el Gobierno. ERC exige altas cuotas de presupuesto, con todas las áreas del bienestar, lo cual no está muy bien visto por sus socios, que quieren retener Enseñanza o bien ganar cuota de poder institucional. Además, las peleas están siendo muy duras para ver quién controla los medios públicos, pues tanto JxCat cómo ERC pretenden hacer los nombramientos de personas de su confianza.