Lo que ya está claro es que Carles Puigdemont no será elegido presidente de la Generalitat. Ahora sólo falta que él lo diga públicamente. Mientras, los independentistas siguen negociando, tanto de nombres como de parcelas de poder.

En los últimos días han saltado a la palestra tres nombres: primero fue Elsa Artadi, sólo hace dos días se puso el nombre de Jordi Sánchez y hoy sale, de nuevo, el de Jordi Turull. Artadi estaría aún verde para ahora asumir este encargo, mientras que los otros tienen investigaciones judiciales abiertas. 

Fuentes que conocen la deriva de las negociaciones explican que ERC pide un nombre sin causas judiciales. Jordi Sànchez está encarcelado en Soto del Real, mientras que Turull está en libertad bajo fianza. Ambos podrían ser inhabilitados próximamente.

En el caso de que Junts per Catalunya insistiera en alguna de las personas que están investigadas judicialmente, Esquerra Republicana propondría entonces a Oriol Junqueras, que era el vicepresidente antes del cese por el artículo 155. Si no puede ser Puigdemont, que lo sea Junqueras, dicen estas mismas fuentes.

Según publica El Confidencial, la última propuesta de JxCat a día de hoy sería que Turull asumiría la presidencia de la Generalitat interinamente hasta su inhabilitación, cuando sería sustituido por un político del PDCat libre de cuestiones judiciales. Asimismo, Puigdemont pasaría a presidir una fundación privada con sede en Bruselas para la internacionalización de la independencia.

No obstante, fuentes próximas a las negociaciones explican que todavía quedan muchos flecos por cerrar. Algunas fuentes piensan, incluso, en una operación similar a la que llevó Puigdemont a sustituir a Artur Mas. Entonces, el alcalde de Girona no entraba en ninguna de las quinielas y al final Puigdemont fue el elegido. Ahora, podría darse la misma situación.

Asimismo, estas mismas fuentes explican que el acuerdo podría anunciarse, si no se tuercen las conversaciones, durante la próxima semana. Sería el mismo Puigdemont el protagonista que ungiría a su sucesor. Antes, no obstante, debería quedar cerrado el programa de gobierno y la estructura de la administración de la Generalitat. ERC pretenden controlar comunicación y presidencia, a lo que JxCat se está negando. Ahora mismo, desde JxCat se muestra mucho más optimista en llegar ya a un acuedo que desde ERC, que prefiere cerrar el pacto sin flecos. 

La convocatoria de un pleno en el Parlament, una petición de Ciudadanos, PSC y En Comú-Podem, agilizaría los tiempos. Ahora, hay una parálisis que se puede romper con un pleno por lo que empiece a correr el reloj de convocatoria automática de elecciones (dos meses). Además, mientras tanto, sigue vigente el 155, que solamente termina con la elección del president, que debe ser sancionado por el Rey Felipe VI, y la constitución del Govern de la Generalitat, nombrado siguiendo la normativa actual.