Grande fue la polémica que generó la denuncia de una manifestante que durante la jornada del referéndum independentista del 1-O aseguró que los antidisturbios le habían roto los dedos de las manos en el colegio Pau Claris de Barcelona.

Al final, la propia mujer se retractó afirmando que los medios le dijeron que sólo había sufrido luxaciones, pero denunciando además que los agentes le habían realizado tocamientos. “Me han tocado y me han agarrado los pechos”, dijo en una entrevista a TV3.

Ahora, un juzgado de Barcelona ha admitido a trámite la querella que presentó por presunto delito de lesiones y contra la integridad moral con agravante de odio, motivación ideológica y de género según el auto al que ha tenido acceso Europa Press.

Este Juzgado de Instrucción número 7 de la ciudad condal está aglutinando todas las denuncias por lesiones en el dispositivo policial del 1-O.

La abogada de la mujer ya pidió citar como investigado a un subinspector de Policía que supuestamente le lesionó los dedos y que había sido identificado a través de las imágenes de la actuación judicial en el CEIP Pau Claris de Barcelona.

Policías identificados

Hace unos días ya se conoció que el mismo juzgado había acordado imputar, a la espera del resultado de varias diligencias, a un subinspector y a un agente de la Policía Nacional por su actuación el 1-O, así como citar como testigo al coordinador policial, Diego Pérez de los Cobos.

En un auto, el titular de este Juzgado admitió a trámite la querella interpuesta por el colectivo Iridia, que logró identificar a un subinspector y a un agente de la Policía Nacional que supuestamente lesionaron a tres personas en la Escola Mediterrània de Barcelona.

El juez también requirió a la Policía Nacional que aportase al juzgado una copia de las comunicaciones entre el centro de mando del operativo del 1-O  y los mandos de los diferentes operativos policiales sobre el terreno.