La causa judicial abierta tras las cargas policiales en el referéndum del 1-O ha dado este miércoles un paso destacable: el juez ha imputado a dos antidisturbios, los primeros, que participaron en las cargas en la escuela Mediterrànea de Barcelona acusados de un presunto delito de lesiones y otro contra la integridad moral.

En este colegio electoral, tres mujeres denunciaron haber sido agredidas por agentes de los antidisturbios. Ahora, el titular del juzgado de instrucción número 7 de Barcelona, ha decidido la imputación de estos dos agentes y exige una serie de documentación a la Policía Nacional.

En concreto, el juez ha pedido que se le facilite una copia de todas las comunicaciones entre el centro de mando que gestionaba el operativo en ese 1-O y los mandos de los antidisturbios. Por ello, el hombre elegido por Interior para coordinar a la Guardia Civil, Policía Nacional y Mossos, el coronel Diego Pérez de los Cobos, tendrá que acudir al juzgado a declarar, eso sí, en calidad de testigo.

Esta imputación ha sido recibida con alegría entre el sector independentistas pues, como las denunciantes, creen que es un paso más para saber qué ocurrió exactamente en los colegios electorales durante el referéndum independentista. Hay que recordar que tanto ERC como la CUP y Junts per Catalunya siempre han denunciado que el Estado actuó con violencia para impedir que los catalanes votaran en un referéndum que; por otra parte, el Tribunal Constitucional había declarado ilegal.

Por el momento, la causa que investiga estas cargas policiales cuenta con más de 200 denuncias a investigar y existen 26 piezas separadas, una por cada uno de los colegios que se convirtieron el pasado 1 de octubre de 2017 en un lugar donde poner una urna y se produjeron enfrentamientos entre votantes y agentes.