No ha sentado nada bien entre las filas independentistas la decisión del presidente del Parlament, Roger Torrent, de aplazar sine die el pleno de investidura de Carles Puigdemont previsto para esta tarde de martes, incluso antes de que se reuniese la Mesa de la Cámara.

Tanto que las diferencias latentes en el bloque independentista se están mostrando más claras que nunca tras la amenaza de Junts per Catalunya, partido de Puigdemont, y la CUP, de acudir esta tarde al Pleno de forma simbólica y en señal de protesta.

Con esta decisión de los dos partidos independentistas no sólo se da una vuelta más de tuerca al rechazo a las decisiones de las instituciones españolas, encarnadas en este caso con la resolución del Tribunal Constitución, ahora también se rechaza una decisión de una institución catalana, la del presidente del Parlament.

Se sentarán en sus escaños

El diputado cupero Carlos Riera ha calificado de unilateral por parte de Torrent la decisión sobre retrasar el pleno. “Creemos que no se trata de ganar tiempo, sino de hacer efectivo lo que todos los catalanes decidieron. Y de no asumir ni acatar las decisiones impuestas por el Estado”.

Así, los cuatro diputados de la CUP se quedarán en el Parlament y a las 15:00 horas se sentarán en sus escaños.

Por su parte, y también en rueda de prensa, la portavoz de las filas de Puigdemont, Elsa Artadi, ha dicho que ellos se sienten "convocados al Pleno" y que estarán "toda la tarde", dejando patente su malestar. Recordar que Torrent tampoco ha hablado antes de tomar su decisión con el propio Puigdemont, lo cual ha intentado en hasta cinco ocasiones sin éxito. Los 30 diputados de Junts per Catalunya también acudirán a las 15:00 a sus escaños como rechazo a la decisión.