No es la primera vez que Carles Puigdemont juega al despiste, a dar a entender una cosa o que está en un lugar cuando realmente no es así.

En esta ocasión, cuando quedan menos de 24 horas para que, en principio, se celebré el pleno del debate de investidura, de su posible investidura, ha colgado en Imstagram una fotografía de una de las calles que llevan hasta el Parlament catalán.

Se tarta del Paseo Picasso de Barcelona, una calle donde está uno de los accesos a la cámara.

Además, acompaña la imagen con las siguientes palabras: “Por el país. Por las libertades. Por nuestras instituciones. Por la democracia. Por la dignidad. Por el futuro. Por ti” para cerrar con un hashtag que reza: República Catalana.

Eso sí, en ningún momento especifica su localización, es decir si se tarta de una foto antigua que sube ahora, o de una imagen hecha en el lugar en el que se encuentra. Este es el juego de Puigdemont. Y no es la primera vez que lo hace, que juega con su posición. Cuando decidió coger la maleta y huir de noche hasta Bruselas, ya subió una imagen suya con el Parlament de fondo. Algo parecido ocurrió en plena campaña para el 21D.

En esta ocasión generó expectación con su posible vuelta a España cuando, el 8 de enero, mostró una imagen bajo el texto "Camins..." ("Caminos") donde se le veía caminando por una carretera con unas montañas y edificios al fondo.

En El Plural comprobamos que se trataba de la carretera de entrada norte a la localidad de Camprodón, en la provincia de Girona, en la carretera C-38 a pocos kilómetros de la frontera con Francia, y que el edificio que se observaba al fondo es una comisaría de la Policía Nacional.

Camins...

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