Aplicando el artículo 155 de la Constitución, el Gobierno ha vetado la entrada de Carles Puigdemont en una de las llamadas embajadas de Cataluña en el extranjero. Concretamente, en la de Bruselas, una embajada que ahora el Ejecutivo ha decidido cerrar.

Allí, estaba previsto que Puigdemont y sus exconsellers se eunieran este miércoles, pero no han podido entrar puesto que este edificio está controlado por el Gobierno de Mariano Rajoy, no por la Generalitat. Es así desde la aplicación del 155.

Además, allí se iba a producir su reunión con el nuevo president del Parlament, Roger Torrent. Poco después, La Moncloa anunciaba que se cerraba la embajada "hasta nueva orden" para evitar aglomeraciones en las inmediaciones.

El portavoz de Puigdemont en Bruselas, Joan Maria Piqué, ha calificado de "indigno" el veto del Gobierno e, incluso, ha llegado ha amenazado con acciones legales.

"El President de la Generalitat no es ningún fugado de la justicia, tampoco los consellers que le acompañan. España no les reclama, no les reclama en Bélgica, no les ha reclamado en Dinamarca con el reciente desplazamiento del president. Y esto, además, no es territorio español, es territorio belga. Por lo cual, nosotros nos reservamos el estudio de las acciones legales que puedan ser consecuentes de este veto, que es totalmente improcedente e indigno.", ha dicho.

Finalmente, la cita se ha continuado en la sede de La Alianza Libre Europea, un partido político europeo que aglutina fuerzas independentistas y nacionalistas de la Unión Europea.