El diputado de Esquerra Republicana (ERC) Gabriel Rufián, ha reaccionado por su medio predilecto, Twitter, a la sentencia del caso Palau conocida este lunes. El polémico parlamentario considera que en España “sale más barato robar que votar”, relacionando así la condena por corrupción al extinto CDC y los políticos que permanecen presos por el desafío independentistas.

Rufián lanza así un dardo contra el PDeCat y Carles Puigdemont, herederos de Convergencia señalando que, mientras su cúpula condenada por corrupción permanece en libertad, el líder de su partido Oriol Junqueras y otros se encuentran en prisión y muy lejos de celebrarse el juicio por los delitos que están imputados. 

El Palau es Aznar

Pero antes de este escueto pero profundo mensaje en Twitter, Rufián ha sido entrevistado esta mañana en Radio Euskadi, donde se ha referido a la sentencia del caso Palau protestando porque se relacione al principal acusado, Félix Millet, de estar vinculado al independentismo cuando es “miembro honorífico de las FAES y amigo personal de Aznar”.

“Nuestro no es. Es como cuando nos vinculan con Pujol”, ha señalado Rufián, quien ha defendido que “por ERC que nadie se preocupe. Es un partido con 87 años de historia impoluta”.

Rufián señalaba así a la petición que hizo una acusación popular del caso Palau para que se investigasen los vínculos de la Fundación del Partido Popular con la trama catalana. La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona reclamó al juez que investigase un presunto desvío de dinero desde el Palau a FAES, aunque los peritos de Hacienda y de Deloitte no encontraron esos envíos de fondos.

El que fuera portavoz de Catalunya Sí que Es Pot, Joan Coscubiela, ha recriminado a Rufián, “el héroe de Twitter” que intente “desviar la atención del Caso Palau a FAES”, algo que “no es una anécdota”, sino que busca afianzar la idea de que la corrupción “no puede tener responsables ni beneficiarios catalanes”.

Irene Montero, portavoz de Unidos Podemos en el Congreso de los Diputados también ha señalado a los vínculos de Millet con FAES y el Partido Popular para recordar que “no hay banderas que tapen su corrupción” y para reclamar que “hay que construir la alternativa”.