¿Qué es un preso político? Oriol Junqueras, los exconsellers, los ‘Jordis’… ¿son presos políticos? Depende que a quién le preguntes. Si hablas con las principales figuras del procés, la respuesta es sí. De hecho, esta es una de sus principales y actuales reivindicaciones: conseguir la libertad de los “encarcelados por motivos políticos”.

Pero, si preguntas al Gobierno, a su presidente, Mariano Rajoy, la respuesta es muy diferente. Para Rajoy “no hay presos políticos en España”.

Así de claro ha sido en su respuesta a la pregunta parlamentaria registrada por el senador de EH Bildu Jon Iñarritu, que quería saber su opinión y definición personal.

Para ello, el Gobierno no ha usado un escrito propio, sino que ha hecho uso de una resolución del 2012 del Consejo de Europa que, a su vez, recopilaba una definición de un comité de expertos independientes que habla de cinco supuestos para poder determinar si una persona es o no un preso político.

Pero ¿qué dicen esos cinco puntos? El primero asegura que una persona se conviernte en un preso político “si la detención se ha impuesto en violación de una de las garantías fundamentales establecidas en la Convención Europea de Derechos Humanos y sus protocolos, en particular contra la libertad de pensamiento, conciencia y religión, libertad de expresión e información, libertad de reunión y asociación”.

Además, se podría decir que los políticos y líderes sociales catalanes lo son siempre y cuando su detención se hubiera “impuesto por razones puramente políticas sin conexión a ningún delito”. Hay que recordar que la Justicia les señala por diferentes delitos como rebelión, sedición o malversación de fondos.

Si seguimos analizando la respuesta de Rajoy. El tercer punto habla de la duración de la detención. Sólo se podría hablar de detención ideológica si esta se alarga injustificadamente en el tiempo o si se desarrolla en unas “condiciones claramente desproporcionadas a la ofensa por la cual se ha encontrado culpable o se sospecha que es responsable”.

“Que por motivos políticos, la detención se produzca de manera discriminatoria en comparación con otras personas”, es el cuarto punto de esta resolución a la que hace alusión el Gobierno y, el quinto, reza: “Que la detención sea el resultado de un procedimiento claramente irregular y que esto parezca estar conectado con motivos políticos de las autoridades”.

Teniendo en cuenta cada uno de estos puntos, el ejecutivo termina sentenciando: “En conformidad con la resolución, no hay presos políticos en España”.