En una rueda de prensa en la sede de su partido, Artur Mas ha confirmado lo que ya se había adelantado, que deja la presidencia del PDeCAT por dos razones, la primera política para dejar espacio a nuevas caras tras los “buenos resultados” del partido el pasado 21D, y la segunda relacionada con los muchos procesos judiciales que tiene abiertos, anunciando además que va a ser llamado a declarar en el proceso abierto en el Tribunal Supremo por el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre.

Ceo que esta nueva etapa que se abre con la nueva aportación de Junts per Cataluña requiere nuevos liderazgos, se necesita dejar espacios libres par que determinadas personas puedan encabezar este proyecto de cara al futuro”, recordando que ya hace dos años dio un paso al lado como presidente de la Generalitat.

Sobre el tema judicial, avanzado ya como la principal causa de su decisión, Artur Mas ha recordado que se encuentra condenado e inhabilitado por el 9N, sentencia que está pendiente de ratificación por el Tribunal Supremo y que “también tengo que afrontar todo el proceso del Tribunal de Cuentas”. Además, ha confirmado que “en unos días me llamarán en el Supremo para prestar declaración como investigado en la causa del 1 de octubre". Se necesita al frente del partido a "alguien con un margen de maniobra mayor", afirma.

Mas está en el punto de mira del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que instruye la causa por rebelión contra el Govern cesado por el proceso soberanista, especialmente después de que un informe de la Guardia Civil lo situara en el "sanedrín" político que planificó la hoja de ruta hacia la independencia.

En un auto del pasado 22 de diciembre, Llarena acordó ampliar su investigación por rebelión al expresidente de la Generalitat Artur Mas, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y la portavoz parlamentaria de la CUP Anna Gabriel, entre otros. El magistrado sospecha que figuran entre el núcleo de políticos y cargos de las entidades soberanistas que dirigieron y coordinaron la hoja de ruta hacia la independencia.

En el turno de preguntas, el expresident ha evitado contestar a si su decisión también estaba relacionada con que el próximo lunes se conocerá la sentencia del Caso Palau que salpica directamente a CDC, antecesora del PdeCAT, cuando Mas ya se encontraba en la dirección.

Pese a esto, ha asegurado que no se desentiende de la política, sino que deja la primera línea, afirmando que “es lo que conviene con el proyecto” y al él personalmente. “No me retiro de la política la haré de otra manear y la vida es muy larga, no se sabe lo que puede pasar. El futuro dirá, ya veremos. 

"Es una decisión firme, irrevocable, en plena conciencia. No os puedo decir que contento, pero sí aliviado", ha reflexinado Mas.