La excepcionalidad de celebrar las elecciones catalanas del 21D en un día laborable ha provocado que el número de ciudadanos que faltan al trabajo para ir a votar sea mayor que en un domingo. La ley da derecho a disponer de cuatro horas libres en el trabajo para acudir a votar, aunque para ello hay que presentar un justificante ante la empresa. Un justificante que no se encuentra junto a las papeletas, sino que lo suministra, y lo tiene que firmar, el presidente de la mesa electoral donde cada votante esté inscrito.