Carles Puigdemont cree que el Tribunal Supremo tiene miedo de hacer el ridículo en Europa ante la "buena estrategia" seguida por él de irse en Bruselas para escabullirse de las acusaciones de rebelión y sedición.

Un día después de que el magistrado Pablo Llarena haya retirado la orden europea de detención contra Puigdemont y Meritxell Serret, Lluís Puig, Toni Comín y Clara Ponsatí, el expresidente ha comparecido desde un hotel de la capital belga para asegurar que la Justicia española se ha avanzado ante una previsible negativa del juez belga a ordenar la extradición por los delitos de rebelión y sedición "pues no son buenas prácticas europeos la acusar de delitos políticos".

Puigdemont ha retado el juez Llarena a dictar una nueva orden de detención, pero antes ha asegurado que la estrategia de abrir el foco internacional y ponerse ante una "justicia independiente" ha sido lo correcto.

Además, se ha preguntado porqué Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart "siguen encarcelados" por unos delitos que en Europa "son considerados políticos" y no se los deja hacer campaña electoral.