La precipitación siempre es una mala consejera y, además, en política. El Ministerio de Cultura ha ordenado, en aplicación del artículo 155, que la Generalitat le facilite dónde exactamente se encuentran las 44 obras que Aragón reclama y que la Generalitat compró a la comunidad de monjas de Sigena. Así mismo, Íñigo Méndez de Vigo también ha pedido la fecha del regreso y el mecanismo para hacerlo efectivo.

Todo esto es consecuencia de una decisión del Juzgado número 1 de Huesca. No obstante, la Generalitat, como titular de las obras, tiene presentado un recurso, por lo que la resolución no es firme. El alcalde de Lleida, Àngel Ros, ciudad donde están depositadas en su museo las 44 obras de arte religioso reclamadas, considera que "del arte no  tenemos que hacer problemas" y pide a Méndez de Vigo "prudencia", pues podría tomar una decisión que podría ser irreversible si la decisión judicial final dijera que tienen que permanecer al Museo de Lleida.

La Generalitat compró a la comunidad de monjas diversas piezas de arte religioso en los 80. Antes, no obstante, durante la Guerra Civil la Generalitat había trasladado las pinturas románicas de la iglesia a Barcelona, y más tarde las incorporó a la colección de arte románico que se puede visitar en el MNAC. El monasterio había sido incendiado solo empezar la revuelta y sólo se habían salvado las pinturas de la iglesia y un centenar de piezas.

Compra anulada

En los años 80 la Generalitat compró a las monjas un centenar de piezas artísticas antes de que el monasterio fuera abandonado. En aquellos momentos, el Gobierno de Aragón no apostó por estas ni ejerció el derecho de retracto. No fue hasta el 1997 cuando el gobierno autonómico aragonés no pidió ejercer el derecho de retracto. El Tribunal Constitucional, el 2012, decretó que la Generalitat catalana tenía razón. No obstante, el gobierno aragonés y el Ayuntamiento de Villanueva de Sigena se dirigieron a la justicia ordinaria. El juzgado 1 de Huesca decretó la nulidad de la compra-venta y ordenó que la Generalitat volviera a los legítimos propietarios las obras de arte. El julio de 2016 se devolvieron 53 piezas depositadas en el MNAC, pero 44 permanecieron en el Museo de Lleida, donde ahora se pueden contemplar.

El pasado 15 de noviembre, el juzgado de Huesca ordenaba al Ministerio de Cultura de nuevo el traslado de Lleida a Sigena. El Ministerio es el responsable, en aplicación del artículo 155, de cumplir lo que ha ordenado el juez.

A estas alturas, el ministro Méndez de Vigo, acogiéndose que es el consejero de la Generalitat que tiene que ordenar el traslado, ha enviado al titular de las obras, la Generalitat, la documentación para averiguar donde están las 44 piezas, cuál sería la fecha de entrega y qué medios serían necesarios para hacer efectivo el regreso.

El alcalde de Lleida, por su parte, pide a Méndez de Vigo que mientras haya recorrido judicial no se aplique el mandato judicial. "La reversibilitat sería difícil si al final resulta que la Generalitat es la propietaria, pues compró los bienes cumpliendo todos los requisitos". Ros recuerda que entonces el Gobierno de Aragón no ejerció el derecho de retracto, por lo que pide que no se haga un problema territorial de un conflicto entre propietarios de arte religioso.

Ros recuerda que las monjas no tienen capacidad de mantener en condiciones las piezas y que el Museo de Lleida garantiza tanto la unidad de la colección como su conservación y su divulgación.

Para el alcalde, la compra fue hecha con todas las garantías y, además, asegura que si se tienen que trasladar las pinturas murales que se exhiben en el MNAC, estas se desintegrarían pues son muy frágiles. 

Ahora todo depende del Ministerio de Cultura. No obstante, en Lleida confían en que retendrán las 44 piezas que se exponen al Museo. "Del arte no  podemos hacer problemas territoriales", dice el alcalde Ros.