Primer pleno después de la ruptura del pacto entre BComú y el PSC en el Ayuntamiento de Barcelona. La primera consecuencia ha sido que Ada Colau ha tenido que retirar cuatro puntos del orden del día para no perder las votaciones, pero no ha sido suficientemente habilidosa para ver como la oposición en bloque votaba la propuesta del PSC para revisar el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT), la joya de la corona de los comunes. 

El equipo de gobierno ha ordenado la retirada de importantes puntos al orden del día, un par de nombramientos, pero el más importante es que por segunda vez no puede aprobar la creación de la funeraria municipal y, además, en esta ocasión ha tenido que retirar el sistema de ordenación municipal, el organigrama, suspendido por una sentencia judicial, que daba al Ayuntamiento de Barcelona cuatro meses para negociar con los sindicatos, cosa que no ha hecho y, aunque había pactado con Xavier Trias la aprobación, las centrales sindicales han presionado al PDCat y estos han retirado el apoyo en el último momento, lo cual ha hecho que el equipo de gobierno decidiera no llevarlo a votación. Ahora, no puede cesar y nombrar ningún trabajador eventual hasta que no apruebe un nuevo organigrama, pactado con los sindicatos.

Hostilidades

Aunque Colau ha asegurado que se mantendrá la agenda de gobierno después de la ruptura, este viernes las hostilidades con los socialistas han sido claras desde un inicio. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha afirmado categóricamente que  habrá presupuestos para el año próximo, pero la regidora Montserrat Ballarín (PSC) ha dicho que el mandato se ha acabado y ha reprochado a Colau que haya roto un pacto de gobierno muy beneficioso para la ciudadanía y que los únicos perjudicados serán los barceloneses por la paralización de la acción de gobierno.

Ballarín ha hablado de gobierno en minoría absoluta y ha recriminado la carencia de apoyos de Barcelona en Comú para proyectos esenciales, como por ejemplo los presupuestos. Pisarello le ha replicado que ya se están haciendo reuniones sobre las cuentas, que la próxima semana está agendado un encuentro con el PSC (lo cual desde los socialistas dicen que esta reunión todavía no está cerrada) y que los presupuestos se aprobarán sí o sí. También ha negado que se haya planteado ninguna cuestión del ámbito nacional a cambio de tramitarlos. "No nos apartaremos de nuestros objetivos programáticos", ha dicho Pisarello. Ballarín, por su parte, le ha recordado que hace sólo seis meses el grupo municipal de Trias calificaba de "nefasto" el gobierno de Colau. 

Revisión del PEUAT

Pero lo peor para Colau han sido cuando el pleno, a iniciativa del PSC, ha aprobado crear una comisión de estudio que revise ciertos instrumentos económicos como el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT). Además de los socialistas, han votado a favor de la propuesta el Grupo Demócrata, C's, ERC, PPC, y el regidor no adscrito, mientras que la CUP lo ha rechazado y los comunes se ha abstenido. En definitiva, que Colau ha perdido una votación de un tema importante.

El regidor de Turismo, Agustí Colom, ha tildado el planteamiento del PSC de "pataleta" y ha ironizado que "se está hablando de actualizar medidas que se presentaron hace una semana, quince días o un mes, muchas de ellas con los socialistas todavía adentro del gobierno". Colom ha remarcado que lo que le hace falta a la ciudad es un presupuesto.

Por su parte, Jaume Collboni, en nombre del PSC, ha asegurado que esta comisión no supone una enmienda a la totalidad a su propia gestión, sino que pretende poner al día medidas teniendo en cuenta el contexto económico y político actual. Ha reconocido que el PSC no hubiera aprobado el PEUAT, pero ha admitido que ha sido útil para ordenar el crecimiento hotelero.

Collboni ha subrayado que la inestabilidad política ha provocado una situación económica difícil, y ha opinado que hay que actualizar las medidas en esta materia que ha impulsado el gobierno para adaptarlas a la nueva coyuntura, tanto en cuanto al presupuesto como también en ámbitos como la fiscalidad, reformando por fin el ordenanza de terrazas o revisando también el PEUAT.

La propuesta que se ha aprobado quiere proponer en seis meses medidas extraordinarias de apoyo a los sectores económicos afectados por la situación actual, y cita el PEUAT, la promoción turística y la ordenanza de terrazas, así como la política fiscal

Colom, por su parte, ha reivindicado que el gobierno de la ciudad ha actuado después de los atentados y también ante la situación de incertidumbre política. "Y usted lo sabe", le ha dicho a Collboni. El regidor de Barcelona en Comú ha remarcado que el número de turistas en la ciudad ha caído un 3,9%, por debajo de la media de Cataluña, un porcentaje que preocupa, pero que está muy lejos de las previsiones más dramáticas. 

La portavoz adjunta del Grupo Demócrata, Sònia Recasens, ha considerado curiosa la iniciativa del PSC, y ha dado la bienvenida a los socialistas al "club democrático y participativo", al grupo de aquellos que no están de acuerdo con el PEUAT y que defienden que hay que abandonar las teorías del decrecimiento. A pesar de todo, ha avanzado su apoyo, pero ha avisado que no quieren comisiones para enquistar temas, marear la perdiz, repartir responsabilidades o dilatar soluciones. 

Igualmente, la líder de C's, Carina Mejías, ha recriminado al PSC que hubiera votado a favor del PEUAT sabiendo que perjudicaba los intereses económicos de Barcelona, y ha indicado que su grupo se sumaba a la propuesta pero con muy poca fe, y más teniendo en cuenta las dificultades que tiene el gobierno para dialogar.

La republicana Trini Capdevila también ha mostrado sorprendida por la iniciativa. Ha opinado que está la comisión de Economía para revisar políticas en este ámbito, pero aún así ha anunciado su voto a favor.

En la misma línea, el líder del PPC, Alberto Fernández Díaz, ha calificado la propuesta de oportunista, y ha recordado que su grupo ha hecho planteamientos similares otros golpes y nunca habían obtenido el apoyo de los grupos. Ha asegurado que los populares ponen la ciudad por delante las siglas y por eso avalan esta comisión.

En cambio, la regidora de la CUP Eulàlia Reguant ha criticado que el PSC quiera ahora hacer una comisión que supone una enmienda a la totalidad a su propia acción de gobierno simplemente por motivos propagandísticos y de campaña electoral.