Miquel Iceta busca un difícil equilibrio entre el centro y la izquierda catalanista no independentista. Por el PSC, estas elecciones del 21D tienen que representar la consolidación de un proyecto que empezó a gestarse después de la rotura interna con la llegada de Iceta a la primera secretaría.

Los estrategas socialistas están convencidos de que en esta ocasión volverá a quedar polarizada la campaña con el independentismo, pero a la vez consideran que hay unos miles de votantes catalanistas decepcionados con la deriva unilateral, con la que no están de acuerdo.

La primera medida que tomó el PSC, incluso de mal grado para numerosos militantes, fue el acuerdo electoral con Units per Avançar, la nueva marca de los restos de la extinta UDC. Por eso se justifica el fichaje de Ramon Espadaler como número tres. Con la incorporación de los democristianos catalanistas se abre la oferta al catalanismo de centro, que en las elecciones de 2015 obtuvo poco más de 100.000 votos. Y, además, hay un voto clásico convergente del pujolismo autonomista, que es el que se pensaba que nunca se llegaría tan lejos y que la estrategia independentista era para negociar un pacto fiscal y más autonomía política, pero no para romper de forma unilateral. Este es un voto que también se habría quedado sin opción electoral si el PSC no les ofrecía el refugio de sus siglas. Por eso, Josep Antoni Duran Lleida, por ejemplo, ha resurgido de su retiro político para proclamar que él esta vez votará al PSC.

Apoyos a Iceta durante la campaña

Durante la campaña se espera algún que otro pronunciamiento a favor de la lista del PSC de antiguos convergentes que no se han convertido al independentismo, así como personajes de la burguesía catalana, asustados ante la deriva soberanista y que están en desacuerdo con los postulados defendidos tanto por el PP como por Ciutadans.

Siendo el PSC el centro de esta ecuación, Iceta se ha querido abrir también a federalistas de izquierda, con la incorporación de Carlos Jiménez Villarejo como último por Barcelona, pero con la inclusión de Bea Silva como número cuatro. Los dos provienen de una cultura situada a la izquierda del PSC. Pero no sólo se ha pensado en este ámbito, porque también hace un guiño al sindicalismo con una amplia trayectoria tanto en UGT como en CCOO, los dos grandes sindicatos de clase. Con este segmento se espera atraer descontentos de la política seguida por Ada Colau y los Comunes, que relegan los dirigentes de Iniciativa a lugares mucho más atrasados del que quizás les correspondería. Por ejemplo, Marta Ribas, coordinadora de ICV es la número cuatro por Barcelona, teniendo por delante los tres propuestos por Podem-En Comú, lo cual no ha sentado nada bien a un amplio sector de la militancia de Iniciativa.

Precisamente, se han conocido públicamente el malestar interno por la rotura por el pacto en Barcelona y por la confección de la lista electoral. El portavoz oficial de Iniciativa, Treball, ha publicado un durísimo artículo de Andreu Mayayo, tal y como publicaba ELPLURAL.COM poniendo en entredicho la política seguida por Ada Colau y Xavier Domènech. Desde el PSC se han recibido mensajes privados de sindicalistas en los que se los muestra pleno apoyo por la candidatura de Iceta, pues hay indignación por el mal trato que Coláis y los suyos prestan en el mundo del trabajo organizado en el sindicalismo y el coqueteo constante de Colau y los suyos con el independentismo.

Asimismo, esta vez se considera que Ciutadans ya no puede arrebatar más voto al PSC, pues ya lo ha hecho y el crecimiento del partido de Albert Rivera e Inés Arrimadas puede venir por su derecha, concretamente por el PP, puesto que ambos se pelearán por mantener el voto unionista.

Incluso el nuevo escudo de campaña del PP se asemeja al de Ciutadans, pero obviando la bandera europea. Desde los socialistas se cree que votantes históricos que se abstuvieron las últimas contiendas o bien optaron por votar a Ciutadans podrían volver a las filas de los socialistas catalanes, considerando que las últimas deserciones como el alcalde de Blanes son anecdóticas y sin incidencia real.

En la presentación de la lista electoral en Lleida, Iceta ha dejado claro que "con nosotros no se puede contar por cualquier cosa: no iremos con los que nos ha traído al cariz del abismo pero tampoco haremos política de frentes. La posición que estamos presentando es la que reúne una mayoría de la gente; en Cataluña ha habido demasiado sectarismo".