Una niña llora ante la estación de Atocha, camina sola y aturullada en medio de la masa en la que su padre la ha dejado para poder gritar “golpistas” y “delincuentes” a los miembros de la Mesa del Parlament que llegaban este miércoles a Madrid para declarar hoy jueves ante el Tribunal Supremo.

Los vídeos fueron grabados por Joan Guirado, periodista habitual de varias tertulias como Espejo Público y Las Mañanas de Cuatro. Unas imágenes que llevan cientos de comparticiones en Twitter. El relato de Guirado, quien asistió a la llegada de Josep Joan Nuet y Anna Simó, empieza en la puerta de salida de Atocha, donde los diputados tuvieron que cambiar de salida ante la masa de gente que les insultaba con banderas de España.

Sin embargo, según Guirado, un “chivatazo de una fuente oficial” de cuál era el cambio de planes provocó que los que les esperaban, incluidos los neonazis de Hogar Social, bajasen de golpe para continuar con el acoso. “Es más, la policía no ha impedido nada”, decía Guirado.

El esperpento llegó hasta el punto de que trabajadores de RENFE, con el uniforme oficial incluido, han participado en el escrache, grabando con sus móviles.

En medio de esos trabajadores ya se ve por primera vez a la niña “de 8 años” a la que su padre “ha obligado a gritar Puigdemont a prisión”.

En otro de los vídeos se ve a la niña asustada, apoyada en la barandilla que su padre acababa de saltar para poder insultar más de cerca a los miembros del Parlament. Finalmente, el propio periodista le ha apartado.

La niña camina sola entre la muchedumbre mientras su padre sigue con los insultos.

El padre vuelve, su hija llora, pero él sigue insultando y llamando “delincuentes” y “golpistas” a Nuet y Simó.

Otro de los vídeos muestra como un hombre salta la barandilla y traspasa el supuesto cordón de seguridad que la Policía Nacional había montado con furgonetas, mientras un agente lo observa con pasividad.

Un acoso en el que se han llegado a escuchar insultos tan graves como “pedófilos” y que poco tienen que ver con la independencia de Cataluña.

Una manifestación en la que se vieron “símbolos preconstitucionales” sin que la policía identificase a “ninguno”.