El Govern de Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y su guardia pretoriana lo tenían todo previsto. La Guardia Civil halló un documento el pasado día 20 de septiembre en el marco de la Operación Anubis y durante el registro del número dos de Junqueras y secretario general de vicepresidencia, Economía y Hacienda, Josep María Jové i Llado. El documento se llama Enfo CATs Reenfocant el procés d´independencia per un resultat exitós y dibuja la hoja de ruta a seguir. Se trazan dos etapas, una de transición hasta 2018 y otra hasta septiembre de 2022 que culminaría con la declaración de independencia. Los tiempos y los pasos se han incumplido, puesto que el 1-O y la declaración unilateral de independencia (DUI) no se contemplaban, pero sí que había un plan de contingencia y una estrategia: forzar enfrentamientos con el Estado español para conseguir intervención internacional.

En el documento, al que ha tenido acceso el diario El País, se afirma que “cuando haya una clara determinación ciudadana a darle apoyo y a implicarse activamente y con complicidad internacional, se ha de comenzar de una manera conservadora incrementando paulatinamente el nivel de conflictividad según la respuesta del Estado, bajo el liderazgo y con coordinación de todos los actores implicados y sin ningún género de duda de acciones y calendarios". El objetivo es provocar una reacción desproporcionada del Estado que se cristalice en mayor legitimidad social e internacional.

Se generaría “un conflicto que, bien gestionado, nos puede llevar a un Estado propio” siguiendo varios pasos. En primer lugar, declarar la independencia unilateral y que los soberanistas lo aceptasen. Esto desencadenaría una reacción violenta del Estado ante la que el Govern y el resto de agentes políticos y sociales no deben responder. Entre estas acciones están incluidas la represión policial, las acciones judiciales e incluso la asfixia económica. Ante el escenario caótico, el Gobierno haría una oferta de negociación se renuncia a la DUI y, finalmente, se celebraría un referéndum pactado.

Es entonces cuando debería materializarse la estrategia secesionista de desarrollar músculo y apoyo ciudadano.

Si este martes Puigdemont declara la independencia de manera unilateral, aunque sea simbólica, y el Gobierno de Mariano Rajoy reacciona de manera desproporcionada, el president aumentará la conflictividad tal y como está previsto, porque “un conflicto bien gestionado puede llevar a un estado propio”.