La Policía Nacional y Guardia Civil se ha visto obligada a abandonar los hoteles en los que se alojaba en varias localidades de Cataluña por la presión de los independentistas, que protagonizaron este lunes multitudinarias concentraciones en torno a los establecimientos. Ha ocurrido en Reus, Pineda de Mar, Calella, Reus y Figueres. Los Mossos tuvieron que intervenir para evitar males mayores.

Los Mossos han tenido que abrir cordones policiales para que los agentes pudieran abandonar los establecimientos. En Calella, donde se alojaban 500 agentes, el Ayuntamiento, gobernado por el PDeCAT, ha presionado a la dirección del hotel para que lo abandonasen. Lo mismo ha ocurrido en Pineda de Mar, donde han llegado a un acuerdo para que se marchen este martes.

Agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP) llevan al menos diez años alojados en establecimientos hoteles de Calella sin que se hayan producido incidentes de ningún tipo e, incluso, han atendido a los policías con hospitalidad. Pese a todo, los agentes han decidido dejar los hoteles para que los trabajadores, algunos de los cuales no han acudido a su puesto, no tengan problemas y han expresado el agradecimiento a todos los empleados por la atención que han recibido siempre.

Esta situación ha sido denunciada también por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que, en un comunicado, además de relatar el caso de los hoteles ha resaltado el acoso y hostilidad contra los guardias civiles que está provocando "situaciones muy difíciles en el seno familiar de trabajadores que hace hasta escasas fechas vivían plenamente integrados en Cataluña".

En Pineda de Mar (Barcelona), unos 40 agentes han abandonado el hotel y se han dirigido a dos autobuses entre los insultos y abucheos de un centenar de vecinos, un grupo de los cuales ha llegado a hacer un cordón de seguridad para facilitar la salida de los policías, sin presencia de los Mossos d'Esquadra.