Se acerca el mes de octubre. Una fecha temida por todos. La incertidumbre se apodera de la ciudadanía española al completo. Nadie sabe qué pasará más allá del 1-O. Pero sí hay algo seguro y eso es el regreso de la Champions League. Sólo un día después de la Diada. ¿Por qué es importante este dato? Porque el Barcelona debutó en casa ante la Juventus.

El Camp Nou se vistió de gala para recibir a la Juventus y también para sacar músculo en pos de la ansiada independencia. Este encuentro, sirvió como herramienta reivindicativa, dado que ahora sí pueden mostrar esteladas. En los prolegómenos del partido, en uno de los laterales del coliseo culé, se desplegaron dos cartas favorables al referéndum. En una de ellas se podía leer "SOS Democracia", mientras que en la otra daban la bienvenida a "la República de Cataluña". Así lo denunciaron algunos usuarios en Twitter. Y es que estos mensajes son habituales en el graderío azulgrana, al igual que todas las polémicas generadas, como la de las esteladas con la UEFA. 

El veto de la UEFA

Durante más de un año, el Barcelona tuvo un contencioso con el organismo que rige el fútbol en Europa. UEFA decretó un veto en el Camp Nou: las esteladas quedaban totalmente prohibidas. Y es que el 1 de julio de 2015, el ente expedientó al conjunto catalán y amenazó con el cierre parcial del estadio.

El cuadro que dirige Josep María Bartomeu tuvo que abonar 30.000 euros ese mismo año tras la decisión adoptada por UEFA. A partir de entonces, las posturas de ambas partes se radicalizaron, hasta el punto de que los aficionados acudían al campo con esteladas en señal de protesta con el organismo europeo. Esto le costó al club otras dos multas más: 40.000 euros y 150.000 respectivamente. Sin embargo estas no fueron pagadas.

Fue entonces cuando el Barcelona acudió al Tribunal de Arbitraje Deportivo – TAD -, aunque no fue necesario finalmente. Y es que las dos partes, por fin, se sentaron a negociar. El lío acabó con un comunicado oficial de UEFA retractándose y retirando las dos sanciones que el equipo no había abonado. Como fin de fiesta, también levantó el veto a la estaladas, como es obvio

Europa sí, España no

Es bien conocido que uno de los clubes que más mezcla política y deporte es el Barcelona. La polémica siempre gira en torno a ellos cuando la fecha, por ejemplo, de la final de Copa del Rey se acerca. Como ocurrió también en 2015. Lograron el triplete otra vez. Un  hecho más que histórico que quedó empañado por la politización del fútbol.

Por aquel entonces, el Gobierno de Mariano Rajoy – en funciones – prohibió la exhibición de banderas en el Vicente Calderón con motivo de la final de Copa. De hecho, Concepción Dancausa, delegada del Gobierno en Madrid, aseguró que el fútbol “no debe ser un escenario de lucha política”, sino todo lo contrario.

Como respuesta, la masa culé que se desplazó a la Capital se hizo con banderas escocesas que, pese a no significar nada a priori, tenían connotaciones políticas – el referéndum de independencia de Escocia -. No obstante, el Contencioso-Administrativo número 11 de Madrid levantó el veto, lo que no evitó el despliegue de las banderas británicas durante el encuentro.

17:14

Estas cifras se corresponden con el momento exacto en el que el Camp Nou estalla en un único grito: “In- Inde- Indepencia”. Un hecho que ocurre en cualquier partido en el estadio blaugrana, así como en otros espectáculos deportivos de Cataluña.

¿Por qué en el minuto 17:14? Este guarismo se corresponde con el año en que Barcelona quedó bajo el mando borbón de Felipe V durante la Guerra de Sucesión. En esta batalla se enfrentaban los partidarios del archiduque Carlos y las tropas francesas y aliados de Felipe V. Durante el Sitio de la ciudad de Barcelona, que duró más de un año, Cataluña – la Generalidad, para ser más exactos – defendía  Carlos de Habsburgo frente al rey extranjero.