Al héroe del Parlament, Joan Coscubiela, se la “refanfinfla” la opinión de Gabriel Rufián en Twitter. El diputado de Catalunya Sí que es Pot, entrevistado en Al Rojo Vivo (la Sexta9) ha hecho oídos sordos a las críticas en Twitter del diputado de Esquerra Republicana en el Congreso tras su intervención este jueven en el Parlament, cuando recriminó a Junts pel Sí las "48 horas negras"con las que habían desligitimado la reivindicación del referéndum catalán.

Rufián le describió como “el 'camarada' q iba hace 40 años con las manos sin callos a las casas de los obreros a decirles q mejor no hacer huelgas”.

 

Rufián, además se convirtió en el abanderado de Albano Dante Fachin, el líder de Podem en Cataluña y diputado también de Catalunya Sí que Es Pot, en desacuerdo con el incisivo discurso de Coscubiela en el Parlament. El republicano acompañó un segundo tuit con un vídeo en el que recogió uno de los momentos más emotivos del discurso de Coscubiela -“No quiero que mi hijo Daniel viva en un país donde la mayoría pueda tapar los derechos de los que no piensan como ella"- contraponiéndolo con sus críticas al PP por impedir que hable una mayoría silenciosa, en Cataluña y España.

Tras las palabras sobre su hijo, Coscubiela puso en pie a los diputados de Ciudadanos, PP y PSC, que le dedicaron una gran ovación, mientras su compañero Dante Fachin permanecía quieto sentado en su escaño.

No ofende quien quiere sino quien puede

Coscubiela no ha querido entrar al trapo de la provocación y ha relativizado la fama en Twitter. "Si me lo hubiera dicho Tardá me hubiera dolido", ha valorado en la Sexta.

Sin embargo, este luchador antifranquista, sindicalista y partidario convencido del derecho a decidir, sí tiene quien le defienda. Algunos columnistas le han bautizado como el ‘Unamuno del Parlament’. . Así lo ha hecho Antonio Elorza, quien recuerda que su grito contra la manera en que Junts Pel Sí había aprobado las leyes para la creación de la República catalana, pisoteando los derechos de los diputados de la oposición, recuerda el  "venceréis pero no convenceréis”, que dedicó el genial filósofo y escritor al golpista Millan Astray.