El miércoles fue un día movidito en tierras catalanas y, por tanto, en el resto de España. Y es que, amén del bochorno en forma de pseudodebate que tuvo lugar en el seno del Parlament de Cataluña, la Guardia Civil ha ‘acampado’ en los aledaños de la sede de la empresa Indugraf de Constatí, en Tarragona.

La Benemérita tiene fuertes sospechas de que mencionada empresa es la que se está encargando de imprimir todo el material necesario para la celebración del referéndum ilegal del 1-O. Según informó el pasado martes el Diari La República, la compañía fue contratada para la impresión de la “lista numerada de votantes” que sirve para anotar a las personas que emitan su voto en la fecha señalada en rojo en todos los calendarios españoles, además de las papeletas

No hay orden…

La Guardia Civil aguarda impaciente en los aledaños de la sociedad, pues todavía no dispone de una orden judicial para entrar – legalmente, se entiende – la nave en la que reside. Desde el Cuerpo creen que la ansiada orden acabará llegando, aunque mientras tanto tendrán que ceñirse a otro tipo de registros. Incluso, durante el operativo, miembros de la CUP se han acercado para darles papeletas a los agentes y reírse de ellos

…pero sí registros

Y es que la Guardia Civil, a instancias de recibir la orden que les permita acceder al recinto para continuar con su investigación, debe contentarse con exhaustivas pesquisas en los coches con el fin de hallar alguna prueba. Las evidencias que buscan se relacionan con el uso de caudales públicos para financiar el referéndum ilegal del próximo 1 de octubre.