Después de que hasta el propio presidente de la Generalitat les recriminase su postura, la CUP ha decidido acudir a la manifestación contra el terrorismo y en memoria de las víctimas de Barcelona y Cambrils convocada para el próximo sábado. Pero con matices.

Así lo ha comunicado a los medios la diputada Mireia Boya, la cual ha explicado que estarán “al lado de la gente”, sin aclarar el cómo y a la espera de que el Ayuntamiento de Barcelona, organizador de la marcha, y otras organizaciones convocantes, anuncien la organización del acto. Lo único que se sabe, de momento, es que estará encabezada por los cuerpos de emergencias y policiales y diversos colectivos que representarán a los taxistas, comerciantes y vecinos que socorrieron a las víctimas de la matanza.

La diputada de la CUP se ha congratulado del “debate que hemos ayudado a crear y que ya no es solo nuestro, sino que se ha extendido”, rechazando situarse en una posible “cabecera institucional” en la que estén presentes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el rey Felipe VI, pese a que esta cabecera parece que no va a producirse y ni la Casa Real ha confirmado la presencia del Monarca“Ambos son, con sus relaciones y amistades, culpables indirectos de los ataques” terroristas, defienden desde la formación anticapitalista.

La CUP tampoco quiere “que se repita el besamanos del sábado”, en referencia del saludo del rey y el presidente del Gobierno al resto de autoridades que acudieron a la Plaza Cataluña al minuto de silencio el día después de los atentados.