Para muchas personas el Sábado Santo es un día de solemne silencio. Los cristianos conmemoran a través de éste la muerte de Cristo, tomándolo como un día de reflexión y de celebraciones para las que el ruido no es necesario. En este sentido una de las procesiones más conocidas a lo largo y ancho de España es la procesión del silencio, en la que por la noche algunos pueblos y ciudades dejan atrás el luto y dan paso el Domingo de Resurrección con fuegos artificiales y procesiones que se salen un poco de lo común, como la del Judas o, en el caso de algunos sitios valencianos, la conocida como Trencà de perols, que no es una procesión.
La Biblia relata que Judas Iscariote vende a Jesús por 30 monedas de plata. En muchos sitios conmemoran la historia en los momentos previos al Domingo de Resurrección –cuando Jesucristo resucita- quemando una especie de ninot o muñeco de paja y con fuegos artificiales. Esto se representa con la quema del Judas en infinidad de pueblos y ciudades.
Pero si indagamos un poco en nuestra geografía encontramos costumbres aún más llamativas y típicas de un lugar concreto. Por ejemplo, en algunos puntos de Valencia celebran la Trencá de Perols, un acto en el que los vecinos tiran agua y vajilla por sus ventanas. Dentro de ella hay actividades destinadas a los más pequeños de la casa en las que estos, con los ojos vendados, tienen que romper el “perol” -o los “peroles”- al más puro estilo piñata.
El perol puede ser, en estos casos, un jarrón viejo y... ¡El premio para quien más peroles rompa está cargado de dulces y gominolas!
Trencá de Perols y la Semana Santa Marinera
Esta popular fiesta se enmarca dentro de la Semana Santa Marinera o Semana Santa de Valencia y tiene lugar tras la Vigilia Pascual. Los actos más puristas –como la misa y otros- en la Catedral de Valencia dan paso a las tracas y los fuegos artificiales. De este modo, con la luz y el fuego, se celebra la resurrección de Cristo. El acto de la capital –que se extiende por otros lugares de la costa Mediterránea- dan paso a la Trencà del Perols, cuyo origen y significado explicamos a continuación.
Cabe destacar que la Semana Santa Marinera es una fiesta declarada de interés turístico y que escapa un poco a los cánones establecidos en los ritos de Semana Santa. Además de la Trencá de Perols, las procesiones valencianas no se celebran de la misma manera que en Andalucía o Castilla-La Mancha, por ejemplo.
Aquí hay un día señalado para cada cofradía y es elegido por sorteo con la salvedad del Santo Entierro, al que acuden todas las corporaciones, hermandades y cofradías con sus imágenes, por orden de pasión y durante cinco horas.
No hace falta decir que todas estas tradiciones encuentran su origen en el mar, de manera que lo que hace siglos comenzó con pescadores y marineros se ha extrapolado hoy a toda una ciudad.
En lo que se refiere a la Trencà de Perols, su por qué no escapa demasiado de lo que se conmemora en el resto del país. En Valencia también se simboliza con esto la resurrección de Jesús al tercer día, pero tiene un mensaje de mayor trasfondo: la desaparición de lo antiguo para dar paso a la nuevo. En otras palabras, “limpiarse” de lo malo para afrontar un nuevo año solamente con lo bueno. En un sentido religioso simbolizaría la resurreción de Cristo o, lo que es lo mismo, la vida tras la muerte.
Por último, cabe destacar que la inmensa mayoría de los actos llevados a cabo en la capital del Turia están muy ligados al mar. Así por ejemplo, muchas de sus procesiones reflejan el dolor que antaño sentían las madres y esposas de los marineros cuando estos morían en el mar. En la Biblia vemos este dolor en María, la madre de Jesús, cuando sabe que éste va a morir en la cruz.
Este año las procesiones para suerte de muchos ya podrán volver a celebrarse debido a la clara mejora de las condiciones sanitarias. Puedes consultar el programa de la Semana Santa marinera en este enlace.
