Rocío Monasterio San Martín nació en Madrid en el barrio del Retiro el 4 de febrero de 1974. Vive en Chamartín con su marido, Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados y sus cuatro hijos. De profesión antes de su desembarco en la política, empresaria y, arquitecta, Monasterio (aún antes de poseer la titulación de arquitecta) dirigió un estudio dedicado a adquirir locales para su transformación en lofts y a decorar viviendas de lujo, ofertadas por su marido.

Es hija de un rico empresario cubano y una asturiana al que en 1971 Fidel Castro expropió la fábrica de azúcar. Todo un imperio económico que llegó a tener su propia vía férrea e incluso cotizó en la bolsa de Nueva York. Tras irse a Miami, la familia Monasterio se exilió en España haciendo fortuna con la franquicia del pollo frito americano Kentucky Fried Chicken. Aunque Rocío Monasterio hace referencias a sus orígenes de la isla caribeña y dice que le “encantaría ir a Cuba”, lo cierto es que jamás ha pisado la tierra natal de su padre. Ahora desea viajar cuando la normalidad sanitaria llegue teniendo como prioridad de destino el de Cuba. Esto lo ha incorporado a su argumentario la candidata ultraderechista presumiendo de su condición de hija de un exiliado cubano por lo que dice ser experta en “cómo combatir a los totalitarios”. De hecho ha utilizado esta circunstancia en los mítines y actos de campaña como cuando el pasado 27 de abril, en Valdemoro, Monasterio mostró dos pasaportes afirmando que con el documento español “hasta ahora he tenido libertad” y disfrutar de otros derechos pero con el cubano “no he podido hacer nada”.

La candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad estudió en Madrid hasta en cinco colegios distintos. Uno de ellos fue el elitista Colegio Santa María del Camino, privado y de inspiración religiosa donde las matrículas actuales están en torno a los 900 euros al mes. En 1996, casi finalizando la carrera de Arquitectura, se fue seis meses a Miami. Se tituló en la Universidad Politécnica de Madrid en 2009. Antes, en 2003, ya firmaba planos como arquitecta y certificaciones de obra incluyendo obras de demolición parcial y estructuras, Para ello era requisito obligatorio y legal la titulación, colegiación y visado colegial. Tras saltar a la prensa ese dato, Rocío Monasterio eliminó las referencias a dichos proyectos que previamente existían en su página web.

Monasterio ingresó en Vox hace antes de que el partido de Santiago Abascal hubiese concurrido a elecciones generales. Con una carrera interna meteórica en 2016 ya es presidenta de Vox en Madrid, cargo que sigue manteniendo aún. En 2019 toma posesión de su escaño de diputada en la Asamblea de Madrid. ​

La más ultra de todos los ultras de Vox y a la diestra de Dios Padre, Santiago Abascal

A Rocío Monasterio se la considera una de las fieles representantes del sector más duro de Vox, es decir, ideológicamente se ubicaría a la derecha de la ultraderecha y a la diestra de Dios Padre, Santiago Abascal. La más ultra de todos los ultras inició su activismo político fundando la Plataforma por las Libertades colectivo enfocado a  dedicado al combate de la ideología de género. Mantiene buenas relaciones con círculos ultracatólicos y providas como HazteOír, siendo una militante fervorosa en contra del aborto. El otro centro de la diana a la que dispara con su verbo duro es el de los movimientos feministas que ella considera como “radicales”, “negocios de la ideología de género" y que persiguen “demonizar el modelo de familia tradicional”.

Cabe recordar como Monasterio suscribió a finales de 2016 un manifiesto lamentando la prohibición de las terapias de reorientación sexual para homosexuales. Años después, en junio de 2019 negó haber hablado de terapias. Ha defendido llevar el Orgullo Gay y fiestas similares a la Casa de Campo así como que el «matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer, que el resto serían uniones civiles. Negacionista del cambio climático lo tilda de “camelo climático”.

Pero por lo que cada vez gana más notoriedad es por sus declaraciones rayanas con la xenofobia. La lucha contra la inmigración se ha convertido en una de sus constantes diatribas a sabiendas que, desgraciadamente, ese fenómeno genera votos. Defiende que todos los inmigrantes sin papeles deberían ser expulsados. "Nosotros venimos a hablar del español de a pie, que tiene derecho a caminar con tranquilidad por sus barrios sin tener miedo a ser atracado o asaltado por una manada de menas”, dijo Monasterio en 2019 en Sevilla criminalizando a los menores extranjeros no acompañados. Algo que ha repetido en esta campaña defendiendo el repugnante y provocador cartel de la abuela que cobra una pensión exigua mientras los menas nos cuestan más de 4.000 euros al mes.

Y es que ella toda una artista de la provocación con repercusión mediática como ha demostrado con el cartel de los menas y el incidente que concluyó con la suspensión del debate en la cadena SER. Rocío Monasterio es una maestra para conseguir desconcertar al entrevistador y periodista. Crea y difunde bulos sin aparente rubor, los lanza y cuando el entrevistador le pide que los demuestre recurre a ponerlo en boca de otros o contestar algo así como “¿Está usted diciendo a los vecinos -de tal o cual barrio- que son unos mentirosos porque dicen que están aterrorizados por los menas?”.

Un ejemplo ocurrió esta semana cuando en entrevista con Susanna Griso en el programa de Antena 3, Espejo Público, dijo “con el tema de los menas, cuando se acaban las entrevistas, los trabajadores de este plató me dicen que pasan miedo en las calles de San Sebastián de los Reyes”, algo por lo que podría ser denunciada. Una falsedad absoluta ya que San Sebastián de los Reyes, localidad en la que se ubica Atresmedia, tiene unos registros oficiales que la señalan como una de las ciudades más seguras de la Comunidad. Tampoco se ha demostrado que ningún trabajador de Antena 3, muchos de los cuales eligen esa localidad para vivir y trasladarse con sus familias, haya realizado tales afirmaciones que han provocado que el equipo de Gobierno estudie acciones legales contra la candidata de la ultraderecha.

Rico patrimonio inmobiliario por herencia en Asturias

La candidata de Vox percibe una nómina de 48.591,68 euros como diputada y portavoz parlamentaria. Es copropietaria de distintos bienes inmuebles heredados en Asturias. Tiene 92.094,57 euros en cuentas corrientes, depósitos y planes de pensiones. También dos sociedades limitadas denominadas Rocío Monasterio y Asociados S.L. y RM Consultoría de Espacios, S.L. valoradas en 118.189 euros y 19.793 euros, respectivamente así como dos créditos bancarios de los que adeuda casi 300.000 euros. Gusta de los coches de lujo como indica que posea un Jaguar Sovereing V12 de 2013 y un Audi A3 Sportback e-tronde de finales de 2018. Su vivienda en una de las zonas más caras del centro de Madrid, en Chamartín, tiene una superficie de casi 550 metros cuadrados. De cuatro plantas, está dotada de ascensor, gimnasio, garaje, piscina con solárium y tiene un valor tasado de tres millones de euros.

Aficionada a las caminatas en el monte con toda su familia, cuatro hijos y su marido. Siente devoción por el Real Madrid, club con el que mantiene una relación de “fe blanca”.  

Se evade también dibujando y tocando la guitarra. Antes de la pandemia asistió al concierto de Carlos Baute. A una isla desierta se llevaría música de “El Cigala”. Su restaurante favorito, bueno pero no barato, es Laredo en la calle Ibiza, una de las zonas con mayor concentración de tabernas y restaurantes de Madrid y cerca del restaurante favorito de Gabilondo, La Castela. Su plato preferido es la fabada asturiana y lo que cocina mejor son las lentejas.

El último libro que ha leído es El retorno de los dioses fuertes, de R. R. Reno. Fuera de España su ciudad favorita es la italiana Florencia.