La crisis ha dejado cicatrices que menoscaban el bienestar, siendo las más visibles unos niveles todavía muy elevados de desempleo, pobreza y desigualdad”

Un día sí y otro también el Presidente Rajoy  y sus entornos nos recuerdan que ya estamos superando la crisis “heredada”. Somos el país de Europa que más crece, creamos empleo a granel, la Marca España es la envidia de próximos y lejanos, nuestra estabilidad política es la garantía del impulso de los grandes grupos extranjeros. ¡España va bien!

Ayer el Secretario General de la OCDE, ante la sonrisa babeante de Luis de Guindos, considera que la recuperación española es una de las más sólidas gracias a las reformas estructurales llevadas a cabo en los últimos años, entre las que cita el saneamiento del sistema financiero y la política fiscal. En esta línea, el organismo internacional eleva en dos décimas la previsión de PIB para España en 2017. De momento la OCDE olvida que el saneamiento del sistema financiero nos ha costado a los españoles 46.000 millones de euros, y que la política fiscal luce por su inexistencia primando a los grandes grupos empresariales (la media de su impuesto de sociedades oscila en torno al 6%).

Pero también le recuerda a Rajoy:”la crisis ha dejado cicatrices que menoscaban el bienestar, siendo las más visibles unos niveles todavía muy elevados de desempleo, pobreza y desigualdad”. Pobreza que ha aumentado, dice la OCDE, por la falta de empleo de calidad que proporcione unos ingresos adecuados

Otra consideración, el aumento del IPC se ceba en los bienes de primera necesidad y socava las rentas más bajas. Esto es así porque los productos que más suben son, precisamente, los de primera necesidad, hacia donde destinan la mayor parte de su gasto los hogares con rentas más bajas. Las legumbres y hortalizas frescas se han encarecido nada menos que un 22,2% en el último año; el transporte personal, un 8,9%; la, calefacción, el alumbrado y el agua, un 11,9%; las patatas y sus preparados, un 7,7% y las frutas frescas se han incrementado un 7,6%. Es decir, en todos los casos productos de primera necesidad que suben más del doble que el IPC.Y, desde luego, más que los salarios, que están subiendo un 1,2% en convenio colectivo O las pensiones (0,25%).

Hay que tener en cuenta que, según la  Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), los hogares formados por una persona o una pareja de 65 o más años -generalmente pensionistas- fueron los que dedicaron mayor parte de su presupuesto a agua electricidad y combustibles para la vivienda (42,8%), a alimentos y bebidas no alcohólicas (16,7%) y a salud (4,8%). Por lo tanto, casi el 60% del gasto de los hogares con rentas más bajas se destina a la adquisición de los productos que más han subido en el último año.

Sobran palabras. Si “España va bien”, ¿quién disfruta entonces de esa sólida recuperación económica? En Balears el crecimiento económico es espectacular, el 4,1%. Sin duda una muy buena noticia, pero podemos morir de éxito. Pero como mínimo, el Govern no se regodea en el éxito. Reconoce y denuncia que la recuperación no está llegando a los salarios, advierte de que la precariedad laboral sigue siendo un grave problema a para las islas. La superación de tales desigualdades no es fácil, pero es posible. Requiere la colaboración y la sinergia de la iniciativa pública y privada.