Uno de los votos en contra de las medidas propuestas por el Ministerio de Sanidad que más sorprendió fue el de Galicia. Es imposible no hacer una lectura del sentido del voto de la Xunta desde un prisma político, tal y como se indica desde diferentes sectores. En algunos medios se habló de la existencia de una llamada desde la calle Génova a los barones regionales para posicionarse en una especie de frente común ante el Gobierno central, es decir, asumir los vaivenes de la Comunidad de Madrid y, por ende, del líder ‘popular', Pablo Casado.

Es la parte política que, hasta ahora, Alberto Núñez Feijóo había mantenido a raya a su manera. Un día elogiando al equipo de Pedro Sánchez y reconociendo la dificultad de gestionar una situación desconocida como esta pandemia, para, al día siguiente, criticar a Moncloa por no establecer criterios comunes a todas las comunidades.

Pero Madrid, su presidenta y Casado han obligado a Feijóo a salirse de su guion. A él y a casi todos los barones regionales del PP, puesto que Castilla y Leon, con cuyo homólogo mantiene buenas relaciones, no dejó en buen lugar al presidente gallego.

En Galicia, poco después de finalizar la reunión del Consejo Interterritorial de Salud, la Consellería de Sanidade hizo público un comunicado contundente. En él, además de ensalzar y recordar que en esta región los criterios para tomar decisiones restrictivas sobre un territorio responden a “hasta 10 parámetros con sus correspondientes indicadores”, parece perseguirse una justificación de la posición de la Xunta.

Según resalta el escrito, el nuevo responsable de Sanidad, Julio García Comesaña, le trasladó a Salvador Illa que la propuesta del Ministerio es “incompleta” y, además, “no cuenta con avales técnicos suficientes”.

No afectan a Galicia

García Comesaña, que ya en su puesta de largo en el Parlamento gallego llegó a poner en duda la figura de los rastreadores, vuelve a contradecir con sus afirmaciones lo repetido en muchas ocasiones por el presidente de la Xunta: la necesidad de unos criterios sanitarios generales. Y esto teniendo en cuenta que, en el caso concreto de Galicia, solo Vigo, A Coruña y Ourense (Santiago y Lugo se quedan muy cerca, pero no llegan) superan los 100.000 habitantes, y ninguna supera los criterios que hoy publica el BOE para ser aplicadas medidas restrictivas.

Precisamente, el secretario general del PSdeG , Gonzalo Caballero, instó al presidente gallego a que no anteponga “sus intereses partidistas a la protección de la ciudadanía frente al COVID”. Al mismo tiempo que criticó que “prefiera ir de la mano de Ayuso” intenteando “bloquear las medidas de contención de la pandemia”.

“Feijóo tiene que aclarar por qué prefiere seguir en la estrategia de confrontación del PP con el Gobierno de España”, concluyó Caballero.

Esta misma mañana, el turno ha sido para la portavoz del principal partido de la oposición en el Parlamento autonómico. La nacionalista Ana Pontón, en un desayuno informativo, en una línea similar pidió a Núñez Feijóo que no “supedite” la lucha contra la pandemia “y la salud de los gallegos, a la estrategia partidista de un PP pilotado por el tándem Casado-Ayuso”. A su juicio, es un “esperpento” toda la situación creada por la “incapacidad”, tanto del Gobierno del Estado, como de la Comunidad de Madrid. 

Tándem Casado-Ayuso

Asimismo criticó que se convierta el “problema de Madrid” en uno de todo el país y que el presidente gallego "se apunte a hacer partidismo”. En clara referencia al comunicado lanzado ayer por la tarde, la líder del Bloque Nacionalista Galego aseguró que “la ausencia de protocolos claros crea poblemas”, agregando que provoca “estupefacción” el hecho de la que la Xunta “no haga sus deberes y se ponga al servicio de la estrategia partidista del PP”.

Hay que decir que la orden del Ministerio no afecta a Galicia, por lo que la Xunta será la encargada seguir adoptando las medidas en los municipios con menos 100.000 habitantes y que no alcancen el resto de criterios establecidos.

Por eso se entiende todavía menos el comunicado que, con el aderezo de las alabanzas de García Comesaña a la labor del Gobierno regional, busca justificar el voto contrario de Galicia ayer en el Consejo. En las últimas horas, esto lo han recordado tanto las entidades que defienden la sanidad pública, como los partidos de la oposición.