La hecatombe de Ciudadanos barre todos sus municipios 'naranjas', que se han teñido de azul, tras no conseguir capitalizar los Gobiernos de coalición de los que forma parte y quedarse fuera de la Asamblea al no conseguir el corte electoral del 5%.

En un total de nueve localidades Cs consiguió en las autonómicas de 2019 posicionarse como la fuerza más votada, consiguiendo entre un 22,9% y un 31,91% de los votos.

Dos años después han cosechado el 4,21% en Villanueva del Pardillo (-22,72%), 5,71% en Horcajuelo de la Sierra (-17,55%), el 4,99% San Agustín de Guadalix (-21,01%), un 4,21% en Alpedrete (-18,7%), un 4,86% en Cobeña (-20,43%), un 4,93% en Paracuellos de Jarama (-26,98%), 3,95% en Villalvilla (-21,18%) y un 3,95% en Arroyomolinos (-20,49%). Solo en Horcajuelo de la Sierra y Venturada han superado el corte electoral, con un 5,17% y un 5,19% de los votos.

Tampoco han conseguido capitalizar los gobiernos locales en la región, ni aquellos en los que ostentan la Alcaldía ni en los que son integrantes de la coalición.

De hecho, municipios como Valdemoro o El Molar fueron paradas en la campaña con el objetivo de captar votos arrastrados por los primeros ediles, ambos 'naranjas', pero en el primero ha cosechado un 3,14% y en el segundo consigue su mejor dato, un 5,56%.

Tampoco han conseguido que las corporaciones municipales en coalición funcionen como reclamo. Ejemplo de ello es el de la capital, con su vicealcaldesa, Begoña Villacís, que ha sido una figura recurrente junto a la apuesta de Cs, Edmundo Bal. En este caso concreto han pasado de aglutinar el 19,21% a apenas el 3,69%.

Efectos similares se han vivido en otras localidades como Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Collado Villalba, Aranjuez o Colmenar Viejo, todo por debajo del 5%.

Ciudadanos se enfrenta así a un aviso de lo que puede suponer para el partido las elecciones locales que se celebrarán en 2023, en las que, de seguir esta tendencia, perderían todo su poder territorial en la región tras quedarse fuera de la Asamblea de Madrid.