Este lunes 15 de enero Mariano Rajoy ha convocado a su Junta Directiva Nacional a fin de analizar y reflexionar sobre varios frentes abiertos. La cita tiene lugar en plena ciclogénesis electoral, con Ciudadanos subiendo en las encuestas como la espuma y robando un 23% de los votos al PP, que quedaría relegado a una segunda posición, según las últimas encuestas. El desafío soberanista y el descalabro del 21D han situado al PP y a Rajoy en el ojo del huracán. En este sentido, el presidente del Gobierno, en su discurso ante la Ejecutiva de su partido, ha sido especialmente duro con el independentismo y con Carles Puigdemont. El problema ha sido que ha emitido unas referencias sobre comparecencias por plasma que no le benefician precisamente.

Con expresident de la Generalitat en Bruselas, las confabulaciones sobre cómo será investido están a la orden del día. Se pretender hacer mediante videoconferencia, una decisión que Gabriel Rufian (ERC) y Ada Colau (Comunes) han criticado. Al “no se puede tener un presidente por Skype” también se ha sumado Rajoy, que ha afirmado que “es absurdo que alguien pueda pretender ser candidato a la presidencia estando en Bruselas” porque “tiene que comparecer para someterse al control de los diputados”.

“Un presidente tiene que comparecer ante la Cámara para pedir el voto en el supuesto en que sea candidato. Pero tiene que comparecer también para someterse al control de los diputados. ¿Alguien en su sano juicio puede pensar que el presidente del Gobierno de España, yo mismo, podría decir yo no comparezco en el Congreso, lo hago por videoconferencia, y cuando me hagan preguntas o una moción de censura yo no voy porque lo hago por televisión?”.

Rajoy alude a la necesidad de aplicar “el sentido común”. La pregunta es, ¿tiene Rajoy autoridad moral para hablar de comparecencias mediante plasma? Rajoy es el rey de las videoconferencias. En numerosas ocasiones ha evitado a la prensa compareciendo a través del plasma. Incluso, pidió al tribunal Gürtel declarar mediante videoconferencia y se dedicó a buscar planes fuera de España para justificarlo.

Pero lo más llamativo es que Rajoy está reprochando a Puigdemont que no puede ejercer mediante plasma mientras la prensa está siguiendo su discurso, precisamente, a través de una televisión.

 

En otro orden de cosas, Rajoy ha sacado pecho de la victoria de Ciudadanos en Cataluña porque “por primera vez desde 1980 ha ganado en Cataluña un partido no independentista y constitucionalista”. Asimismo, ha celebrado que muchos líderes del independentismo hayan “abandonado” sus cargos. Eso sí, admite que el independentismo “ha retrocedido en las elecciones, aunque no tanto como nos gustaría”.

También ha destacado que se ha hecho cumplir la ley, que se aplicó un artículo (el famoso 155) que ha restaurado la legalidad vigente y que el Gobierno resultante acatará la Constitución.