Cataluña contra España será su hoja de ruta. CiU, evidentemente, será la encarnación de Cataluña y los catalanes. La defensora del país ante el enemigo exterior. El resto de opciones políticas son los otros. Y los socialistas más otros que ninguno.

El embrión de esta tesis
De hecho, en las últimas semanas se ha ido confeccionando el embrión de esta tesis. Se han ido configurando ciertos matices para construir un discurso sólido y creíble –que dio buenos resultados en las autonómicas de noviembre- que pueda hacer frente a la revuelta ciudadana contra los recortes en sanidad, educación, personal, etc.

Por culpa de Madrid
En el debate parlamentario de la pasada semana, el presidente Mas anunció su línea maestra. Vino a decir que no hay presupuestos en Cataluña por culpa de Madrid. Mas Colell, su consejero de Economía, sacaba pecho anunciando que no se aceptaría el déficit hasta que Madrid no pague lo que debe, a sabiendas que Madrid está amparado legalmente para no avanzar unos ingresos, como ha reconocido el propio Duran i Lleida. Encima, la convocatoria de plazas de educadores ha sido recurrido por el gobierno central. La munición queda servida.

La sombra de la duda había corrido
Diferentes responsables del Govern han insistido en esta idea argumentando que los recortes son consecuencia de unos recursos que el gobierno central debe poner encima de la mesa y se niega a hacerlo, aunque ocultan que “esos recursos” son apenas el 3% del presupuesto total de la Generalitat. El conseller de Bienestar y Familia, Josep Lluís Cleries acusaba al tripartito de no tramitar más de 30.000 expedientes de la Ley de la Dependencia. Horas más tarde rectificaba su ataque porque los 30.000 no eran expedientes sino quejas. Pero, la sombra de la duda había corrido como un reguero de pólvora.

La red de Cercanías
Para colmo, los últimos desaguisados en la red de Cercanías han reavivado la vieja polémica de las inversiones en Cataluña. Sabiéndose con parte de la razón, el gobierno de Mas quiere apropiarse de toda ella culpando de todo al gobierno socialista. Eso sí, Artur Mas se ha esforzado por meter debajo de las alfombras el escaso interés de los nacionalistas catalanes en los ocho años de gobierno del PP en los que la inversión en Cercanías brilló por su ausencia, con la anuencia de los socios de gobierno de los populares: los nacionalistas de Mas.

Los medios de comunicación afines
Para culminar el proceso de formación de la tesis electoral –que acabará en nada el 23 de mayo cuando la negociación se afronte con seriedad y se recupere la política-, el Govern ha echado mano de los medios de comunicación afines. Los titulares de los últimos días no dejan lugar a dudas. Alta tensión, enfrentamiento, maltrato a Cataluña y un largo etcétera tratan de excitar los ánimos de los propios y poner contra las cuerdas al principal adversario: los socialistas. La ventaja de Mas es única. Cuenta con una buena mayoría de medios de comunicación que avalaran su tesis. Con una buena mayoría de opinadores y tertulianos que se sumaran a su argumentos.

El estoque a Sanidad y Educación
Mientras, en muchos pueblos y ciudades, no se construirán los hospitales prometidos, muchos trabajadores interinos de la Generalitat acabarán –o han acabado ya- en el paro, la escuela pública recibirá un nuevo estoque mientras que la concertada gozará de ciertos privilegios, los médicos y enfermeras verán reducido sus posibilidades laborales cuando no harán cola en el Servei Català d’Ocupació, las listas de espera se alargarán hasta la eternidad, las pruebas médicas no se harán y todo esto por culpa de España y de los socialistas, claro está. CiU volverá a erigirse en la salvación de Cataluña y los catalanes. Porque sólo CiU se puede identificar con Cataluña y los catalanes. Los otros son sólo eso, otros.

Toni Bolaño es periodista y analista político