Más de 40 horas después de que diera comienzo, la 'rave' organizada en una nave abandonada de Llinars del Vallès (Barcelona), ha terminado. 

Tras la reunión celebrada esta mañana para valorar cómo y cuándo se procedía al desalojo de la intalación, los Mossos d'Esquadra han desalojado las instalaciones. 

El director general del cuerpo, Pere Ferrer, ha asegurado que "de aquí, se irán todos sancionados".

En declaraciones a los medios en el exterior de la nave, ha explicado que los asistentes recibirán denuncias de hasta 3.000 euros, mientras que para los organizadores la multa podría alcanzar los 600.000 euros "por incumplir la normativa del Covid".

A esto habrá que añadir "toda la parte de tráfico, que son los controles que se están haciendo", ha precisado, por lo que si dan positivo en el test de alcoholemia y drogas también serán sancionados por ello. 

Ferrer ha defendido que no pudieron evitar la reunión de los asistentes en la nave la noche de fin de año porque los 3.000 agentes que hay en Cataluña tuvieron que "garantizar la seguridad de 7,5 millones de habitantes".

El dispositivo del 31 de diciembre contemplaba inspecciones en locales y controles dinámicos, además de la necesidad de garantizar el confinamiento perimetral de las comarcas de la Cerdanya y el Ripollès, "pero estos ilícitos penales, desafortunadamente, no los podemos evitar todos", ha precisado. 

"Lo que es evidente es que una actuación precipitada pocas horas después de un dispositivo de fin de año, con la magnitud de hoy de 200 agentes, ayer no se habría podido producir con garantías" ha añadido.